Salvador Rangel Mendoza, obispo emérito de Chilpancingo-Chilapa, se encuentra recuperándose en un hospital privado de Cuernavaca, Morelos, donde pasó la noche sin mayores complicaciones.
Por su estado de salud, derivado del suministro de sustancias que le nublaron la conciencia por parte de sus secuestradores, Rangel Mendoza tiene restringidas las visitas hasta nuevo aviso médico.
Por lo anterior, familiares y amigos no pueden entrar a verlo, si no es con la autorización del médico responsable, de ahí que, por el momento, no haya ninguna persona cercana al obispo en la sala de espera.
Rangel Mendoza es conocido por su labor en el estado de Guerrero para calmar los conflictos entre los grupos delictivos, logrando que cesaran los enfrentamientos.
AAEG