En 2019, el Instituto Nacional de Migración (INM) recibió 5 mil 875 millones de pesos, es decir, cuatro veces más del presupuesto originalmente planeado, que era de mil 415 millones, de acuerdo con el Informe sobre la Situación de las Finanzas Públicas.
Algo similar ocurrió con el presupuesto de un año antes, cuando se había programado un gasto de mil 844 millones de pesos para el INM, pero terminó ejerciendo 6 mil 252 millones ante el incremento de la actividad migratoria, sobre todo de centroamericanos que han buscado llegar a Estados Unidos en caravana.
En el informe que entregó al Congreso, el INM precisó que el año pasado inició más de 180 mil procedimientos por extranjeros con estancia irregular en el país, sin contar las que no desahogó en el plazo legal establecido por falta de información sobre la identidad o nacionalidad de las personas, falta de respuesta de los consulados, enfermedad o discapacidad física y que se haya interpuesto algún recurso contra la repatriación.
Además registró 211 mil 436 repatriaciones de migrantes mexicanos por el gobierno de Estados Unidos.
Apenas el miércoles pasado, el instituto informó de la recepción de 62 mil 144 personas en espera de asilo en aquel país, principalmente de El Salvador, Honduras y Guatemala, aunque también hay personas de Cuba, Ecuador, Nicaragua, Venezuela, Perú, Colombia, Costa Rica, Brasil, Uruguay, República Dominicana, Trinidad y Tobago, Belice, Paraguay, Bolivia, Panamá, Albania y España.
Destacó que hubo un “aumento en los flujo de personas, en su mayoría centroamericanas, que salieron en caravana de Honduras, El Salvador y Guatemala debido a la creciente violencia y pobreza que viven en sus respectivas naciones”.
La segunda del año
Este sábado, migrantes hondureños que salieron un día antes de San Pedro Sula entraron de manera dispersa a Guatemala, muchos de ellos de manera irregular porque no portan carnet de identidad.
El grupo de alrededor de 170 personas, que viajaron en autobús, llegó a la aduana de Agua Caliente, en la frontera con Guatemala, donde muchos, en su mayoría hombres, se registraron en las ventanillas de control migratorio de los dos países.
El 14 y 15 de enero pasados, cientos de migrantes hondureños salieron en caravana con la intención de llegar a Estados Unidos; 10 días después autoridades de ese país centroamericano confirmaron que más de mil 700 habían sido deportados, luego de que su paso fue frenado por la Guardia Nacional.
“Esta es la segunda vez que intento irme. Ahora lo hago porque es imposible vivir con un pequeño negocio debido a la extorsión en mi país”, dijo Mauricio, procedente de la capital hondureña, donde dijo que tenía una “venta pequeña de calzado” y otra en un municipio cercano a Tegucigalpa.
Mauricio, quien señaló que por miedo omitía su verdadero nombre, acompañaba a un grupo familiar que salió en la caravana desde San Pedro Sula “sin saber hasta dónde llegarán, porque ahora es muy difícil cruzar por México”.
Al igual que en otras caravanas, son muchas las mujeres, incluso hombres, viajando con niños o adolescentes, para quienes es obligatorio que lleven pasaporte.
Si los niños solamente van con uno de los padres, en el control migratorio exigen una autorización escrita de los dos padres para que los menores puedan salir del país.
Los padres que llevan niños sin pasaporte buscan “pasos ciegos” como alternativa para pasar a Guatemala, eludiendo cruzar la línea de control migratorio en la que hay mucha presencia policial.
Ayer, unos 50 ciudadanos haitianos, entre ellos mujeres y niños, cruzaron el río Suchiate por el punto denominado Paso el Cascajo, que delimita las fronteras de México y Guatemala, pero fueron interceptados por agentes migratorios.
Solicitudes
En tanto, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) informó que durante 2019 emitió 55 mil 414 acuerdos de admisión de solicitudes de reconocimiento de condición de refugiado –la mayoría durante el primer semestre– más del triple de los 15 mil programados para todo el año.
Además contabilizaron 101 mil 56 medidas de asistencia institucional gestionadas a los extranjeros solicitantes de refugio y refugiados, superando la meta programa de 45 mil, que tienen qué ver con canalizaciones a hospitales, albergues, alternativas de alojamiento, educación, trabajo, reunificación familiar e identidad.
Comar detalla que esto se deriva del incremento significativo en el ingreso de solicitudes del reconocimiento de la condición de refugiado, refugiados y personas que reciben protección complementaria.
ledz