La pandemia por SARS-Cov-2 está controlada y distante del semáforo rojo en Tabasco, con el 8 por ciento de defunciones y una capacidad hospitalaria del 20 por ciento, aseguró el gobernador Adán Augusto López Hernández.
“Si hacemos las cosas bien y no nos confiamos; si entendemos que las medidas sanitarias, el cubrebocas y la sana distancia y evitar reuniones familiares es lo único que nos permitirá salir adelante”, puntualizó.
Subrayó que la entidad alcanzó los 38 mil 436 casos y registra un índice de defunción del 8 por ciento, por lo que aseguró que relativamente la epidemia está controlada.
“Estamos distantes del semáforo rojo”, remarcó el gobernador, Adán Augusto.
El ejecutivo estatal destacó que a pesar de la nueva oleada de contagios, la capacidad hospitalaria de Tabasco se encuentra en menos del 20 por ciento
López Hernández explicó que para canalizar de manera inmediata a los pacientes positivos y aislarlos, ayer inició una campaña sanitaria; se instalaron 3 módulos de aplicación de la prueba de detección de antígenos en el municipio de Centro, el cual registra el mayor número de casos.
Vacunas llegarán en diciembre
El gobernador del estado anunció que la primera tanda de vacunas llegará en la tercera semana de diciembre y, en ese sentido, la Secretaría de Salud, en coordinación con el gobierno federal, preparan la estrategia para su dosificación entre la población vulnerable y el personal médico.
“No se preocupen que cuando lleguen las vacunas a Tabasco se dispondrá de toda la infraestructura para conservación y manejo”, dijo a Milenio López Hernández.
López Hernández pidió actuar con conciencia ciudadana para evitar retroceder en el semáforo epidemiológico al rojo y evitar que se afecte la actividad económica.
Recordó que fue de los primeros tabasqueños en adquirir el virus al principio de la epidemia sanitaria, cuando no se tenían protocolos definidos para la atención de la enfermedad. "Ahora Tabasco está mejor preparado", aseguró.
Al hacer una evaluación de este 2020, el gobernador Adán Augusto López Hernández consideró que a pesar de ser un año complicado por la pandemia de covid-19 y las inundaciones, no es un año perdido.
RLO