Olvidados están los panteones 1 y 2, donde descansan parte de los primeros pobladores de Tijuana, Baja California, durante el Día de Muertos.
Muchos de sus familiares se han ido a vivir a Estados Unidos o lejos de la Zona Centro, que es donde habitaban hace más de cien años.
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Es visible observar que pocas tumbas tienen flores o son visitadas por sus familiares. En su mayoría, quienes asisten son personas adultas mayores que aún viven en esta ciudad fronteriza, a la que a diario llegan migrantes de todas partes del país y del mundo.
"El problema aquí es que la gente se va para Estados Unidos y ya no regresa, se olvida de sus difuntitos, aunque también mucha gente no”, comentó José Luis Alvarado.
El hombre, junto con su esposa, acudió a visitar la tumba donde descansa su cuñada, quién falleció al nacer hace más de cinco décadas.
Él no fue el único que llegó temprano al panteón, también lo hizo Hilda Elena Corral Galindo, quién asistió por su abuelita María Madrid Palacios y su tía María de Jesús Madrid Palacios.
"Da tristeza voltear alrededor y ver que la gente los deja ya en el anonimato, que son pocos los que se acuerdan, quizá ya no está la gente (...), pero, mientras uno se acuerde de ellos, nunca van a morir en uno”, expresó Hilda Elena luego de lavar la tumba.
ROA