Casas miniatura, figuras de seres mágicos y un ambiente lleno de armonía con la naturaleza son los enigmáticos elementos que inundan El Páramo de los Duendes, un espacio en el municipio de Huaquechula construido de manera artesanal, donde el entorno natural y su ubicación geográfica llaman a los visitantes a pasar un buen rato.
Desde la llegada al páramo, los visitantes pueden notar la conexión que existe con la naturaleza. Una serie árboles frutales forman parte del panorama encontrado en el predio, que desde sus orígenes en la comunidad funcionó como una huerta, misma que la familia Reyes Sarmiengo se ha encargado de preservar hasta la actualidad.
En entrevista con MILENIO Puebla, los hermanos Hilario y Silverio señalaron que el ingreso a este mágico lugar tiene un costo de 40 pesos por persona, sin embargo, el pago económico no es el único protocolo para ingresar, pues cada uno de los visitantes debe tocar una campana ubicada en la copa de un árbol, ya que de acuerdo con los guías, se debe pedir permiso para entrar a todo sitio cargado con magia y misticismo.
Los hermanos Reyes Sarmiento inician cada recorrido enalteciendo el nombre de sus ancestros, en especial, el de su abuela doña Chuchita Eustaquio, quien les heredó el espacio, el cual desde octubre de 2019 fungió como el Páramo de Los Duendes.
Este recorrido turístico es una manera de preservar el terreno de la familia, pues su abuela les contó anécdotas llenas de magia. En particular, el padre de Chuchita aseguraba tener el don de ver duendes, seres místicos de tamaño reducido en más de una ocasión.
Cuando emergían de la tierra, escondidos entre la maleza o mientras recorrían la zona, el antepasado de los hermanos Reyes Sarmiento relataba sus encuentros con los también llamados "chaneques". De esta manera, siempre les atribuyó el cuidado de la huerta donde ahora tienen su propio páramo como agradecimiento a todo lo que la naturaleza le ha dado a la comunidad de Huaquechula.
Además, Hilario y Silverio Reyes señalaron que dentro del recorrido se da una breve charla sobre la importancia de preservar los espacios naturales y el respeto que debe existir en la naturaleza, pues la apertura de mente es el primer paso para disfrutar al 100 por ciento del páramo.
Conforme el visitante se adentra al espacio natural, se pueden observar representaciones artesanales de los fantásticos duendes, los cuales están tallados en madera y tienen detalles únicos, como los pequeños chaneques que esperan en casas de barro y materiales orgánicos, o escondidos entre los arbustos, siempre vigilantes de su espacio.
Casas y figuras con acabados llamativos pueden apreciarse, incluso se puede ver una construcción a mayor escala de lo que sería la casa de un duende. En esta construcción se encuentra un pequeño guardián que custodia un cofre con monedas, el cual se llena con las monedas de los turistas que piden un deseo. No obstante, se exhorta a no llevarse ningún objeto, pues cualquier sustracción de elementos provocaría que la experiencia fuera diferente.
"Vino una familia que antes había realizado un recorrido. El padre de familia me dijo que tenía una duda. Me vio un poco apenado y me dijo: '¿Cómo puedo regresarles el duende? No se enoje, no me llevé una figura, pero tomamos algo del páramo y desde que regresamos a casa nos han pasado muchas cosas y creemos que un duende se fue con nosotros'. De inicio se me hizo curioso, pero historias similares me han contado algunos visitantes después de vivir la experiencia", relató Silverio.
Aunado a lo anterior, aseguró que en este tiempo ha sido consciente de que no todos tienen el don de ver a los duendes, pero quienes logran ser testigos de su existencia han tenido una buena o mala experiencia, por lo que destacó la importancia de respetar el entorno y a los seres mágicos que lo habitan.
Si bien El Páramo de los Duendes es un espacio de relajación, dispersión y donde se puede lograr una introspección en cada visitante, este proyecto aún se encuentra en la fase inicial, pues se busca que el acercamiento con lo natural sea tangible a cualquier horario, con escenificaciones culturales. En ese sentido, la familia prevé incursionar en la hotelería, por lo que considera que el proyecto tiene futuro en la comunidad de Huaquechula, ya que se ha encontrado un portal a otra realidad.
CHM