De la alerta por covid-19 a las lluvias; hay más de 200 afectados en Yucatán

Alrededor de 200 habitantes de Yaxcabá pasaron de tener incertidumbre debido a que perdieron sus empleos por el covid-19 a la alerta por las lluvias generadas por la tormenta 'Cristóbal'.

Los habitantes de Yaxcabá son de los más afectados por las lluvias. (Javier Ríos)
Verónica Díaz
Yucatán /

Cerca de 200 habitantes de Yaxcabá, en Yucatán, pasaron de la alerta sanitaria por el nuevo coronavirus a ser afectados por las lluvias e inundaciones que ha dejado la tormenta tropical Cristóbal en la zona.

Israel Palma, presidente municipal de Yaxcabá, de los casi 500 pobladores de Yaxcabá 30 por ciento se encontraba sin laborar debido a la regencia sanitaria por el coronavirus.

"Ese 30 por ciento se dedicaba principalmente a la construcción en otros municipios, pero con el aislamiento social y el cierre de la industria estaban son trabajar, sin ingresos", señala Palma.

Tras las lluvias causadas por el remanente de la tormenta Amanda y la nueva tormenta tropical Cristóbal este municipio fue uno de los más afectados.

​De acuerdo con el funcionario municipal, el censo de damnificados arroja 207 personas.

"Requerimos principalmente víveres y ropa para personas de la tercera edad y niños. Muchas familias perdieron enseres domésticos, sus techos se perdieron y las casada quedaron inundadas", comentó.

En la comisaría Canakom, informó Jorge de la Torre Orozco de la Brigada Protección a la Infraestructura y atención de emergencias de la Conagua, se ha bombeado ya 9 mil metros cúbicos de agua annegada que directamente afecta 18 casas en la zona, donde el martes fueron rescatados dos menores de edad.

Aunque se habilitó un refugio temporal en la primaria de la comisaría, los pobladores no quisieron resguardarse ahí porque no hay mi colchonetas para que pasen la noche.

Aunque el riesgo de que reinicien las lluvias, para el fin de semana es alto, el presidente municipal señaló que las familias damnificadas que viven en la parte baja de la comisaría se encuentran resguardadas con otros familiares.

Las pérdidas por alrededor de 75 toneladas de sandía que sembraron los pobladores ascienden a casi 400 mil pesos. Su única esperanza por ahora es sembrar maíz para consumo que les permitirá sobrevivir hasta fin de año.

RLO

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