Pasta de Conchos: a 14 años, los cuerpos continúan en la mina

En una inspección realizada el 12 de julio de 2004, quedaron asentadas 43 violaciones a la norma de seguridad e higiene y se ordenaron 48 medidas, muchas de ellas de extrema urgencia.

El Gobierno del Estado se puso a la mejor disposición para apoyar con la búsqueda. (Archivo)
Editorial Milenio
Torreón, Coahuila. /

Aproximadamente a las 2:30 de la madrugada del domingo 19 de febrero del año 2006, un siniestro industrial adjudicado a Grupo México ocurrió luego de que colapsaran varios túneles de la mina de carbón número 8 Unidad Pasta de Conchos, en el municipio de San Juan de Sabinas, en la zona carbonífera de Coahuila.

La explosión fue producto de la acumulación de gas metano. Sobre este hecho el Centro de Derechos Humanos, Miguel Agustín Pro Juárez A.C (Centro Prodh) estableció que 65 de los 73 obreros que se encontraban trabajando en ese turno quedaron atrapados y que la mina tenía reportes de fallas de seguridad desde el año 2000.

En la relatoría del caso, dichos defensores consignaron que en la última inspección, realizada el 12 de julio de 2004, quedaron asentadas 43 violaciones directas a la norma de seguridad e higiene y se ordenaron 48 medidas, muchas de ellas de extrema urgencia. Sin embargo, las autoridades omitieron supervisar que se subsanaran las fallas detectadas.

La propia Comisión Nacional de Derechos Humanos, en la recomendación 26/2006, determinó “que los servidores públicos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social toleraron que la referida empresa funcionara en condiciones que no garantizaban íntegramente la salud y la vida de los trabajadores”.

Debido a que las labores de rescate quedaron a cargo de Grupo México, en abril de 2007 y después de rescatar únicamente dos cuerpos, la empresa decidió suspender las labores de rescate bajo el argumento de que se ponía en riesgo la integridad de los rescatistas. Además la empresa argumentó que debido a la alta concentración de gas metano, no había posibilidad de encontrar a los obreros con vida.

Se recuerda que el 23 de junio de 2006 se localizó el cuerpo del obrero Felipe de Jesús Torres Reyna y el primero de enero de 2007 la búsqueda devolvió el cuerpo de José Manuel Peña Saucedo a su familia. Mientras que el sindicato minero estableció que los trabajadores quedaron a 490 metros de profundidad, Grupo México aseguró que los trabajadores se ubicaban a 150 metros.

El descontento sobre las instituciones

El 19 de febrero de 2015 Cristina Auerbach, activista, defensora de derechos humanos y líder de la organización Familia Pasta de Conchos, comentó a Milenio que transcurridas tres administraciones federales el Estado Mexicano no había asumido su competencia, devolviéndole a las familias los cuerpos de los mineros muertos.

“Esto sucede cuando estaba Fox, suspende o cancela el rescate Javier Lozano con Calderón, todos estos años fueron una pesadilla y cuando llega Peña Nieto la PGR solicita órdenes de cateo para entrar en Pasta de Conchos y se las niegan. No hubo un amparo de la empresa, los jueces negaron la entrada a Pasta de Conchos y hasta ahí llegó”.

Para el noveno memorial del terrible hecho la activista activista cuestionaba que si el gobierno no podía rescatar los cadáveres de los mineros sabiendo su ubicación, sería menos creíble que el gobierno de Coahuila pudiera ubicar los cuerpos de más de mil personas desaparecidas de manera forzada en la entidad.

La situación del país no se ha complicado sólo en las minas de carbón, se ha ido oscureciendo por un cúmulo de violaciones a los derechos humanos con el tema de los desaparecidos. Tenemos una cantidad infinita de fosas y luego los casos de Tlatlaya y Ayotzinapa, más lo que se acumula cada semana porque no se trata de casos aislados.

“Lo mismo se dijo cuando estalló Pasta de Conchos, que se trataba de un accidente, y luego nosotros nos dimos a la tarea de buscar accidentes en minas de carbón y se contabilizaban más de 2 mil muertos en México”.

A cinco años de esta declaración el panorama político ha cambiado, sin embargo se observa un incremento en la violencia estructural que se traduce en la muerte de más mineros en la zona carbonífera de Coahuila.

A esto se suman las desapariciones forzadas en todo el país aunadas al asesinato de defensores de derechos humanos y el incremento de feminicidios en México que contabiliza 10 asesinatos de mujeres diariamente en el territorio nacional.

Rescate, promesa de AMLO

Una de las promesas de campaña de Andrés Manuel López Obrador fue el rescate de los cuerpos sepultados en la mina y con ello llegar a la verdad histórica. Luego de asumir la presidencia de la república refrendó el mismo anunciando que se realizarían acciones concretas.

Fue el 7 de mayo de 2019 cuando López Obrador anunció que se avanzaba en la integración de un comité para rescatar los cuerpos que quedaron sepultados en la mina Pasta de Conchos. 

“El rescate será solo entre el gobierno y familiares, puede ser que ayude el sindicato en algo y dije que de ser necesario hablaría con presidentes que tienen más desarrollo tecnológico en cuanto a minas de carbón. Les vamos a pedir que nos ayuden, lo haré personalmente y vamos a integrar un buen equipo”.

De esta forma el ejecutivo anunció que de ser necesario pediría ayuda de los Estados Unidos, China y Alemania, en los trabajos de rescate.

Por su parte Luisa María Alcalde, secretaria del Trabajo y Previsión Social, aseguró que la dependencia a su cargo trabajará de la mano con las familias de los mineros atrapados en el año 2006.

EGO

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