El sistema penitenciario de Morelos está niveles de alarma que mantiene latente nuevos conflictos como homicidios al interior, motines y riñas, afirmó el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del estado (CDHEM), Raúl Israel Hernández.
Al presentar el Diagnóstico de Supervisión Penitenciaria 2020, el ombudsperson subrayó que la falta de personal de custodia y la sobrepoblación, son dos elementos cruciales para mantener la gobernabilidad al interior de los cinco penales y el centro juvenil, por lo que las condiciones de estabilidad no están garantizadas y pueden presentarse nuevos hechos delictivos como los de octubre y noviembre que dejó nueve muertos más de una decena de heridos.
En rueda de prensa, Raúl Israel Hernández dijo que tras una revisión a los centros penitenciarios estatales de Atlacholoaya -varonil y femenil-, los distritales de Cuautla, Jojutla y Jonacatepec, así como al Centro de Ejecución de Medidas Privativas de la Libertad para Adolescentes (Cempla), se concluyó en que ninguno reúne las condiciones física, de ambiente y menos de convivencia para lograr la readaptación.
“Las principales observaciones fueron sobrepoblación, falta de personal, servicios de salud deficientes, falta de actividades laborales y de capacitación, y condiciones de desigualdad. De los centros de readaptación visitados, tres presentan una parlamente sobre población; uno se encuentra a punto de llegar a su máxima capacidad de instalación y solamente uno cuenta con una población acorde a los parámetros establecidos”, expresó.
Indicó que una muestra del nivel de gravedad en el que prevalece el sistema penitenciario estatal, ese tema del personal de custodia, pues mientras los estándares nacionales indican que debe existir un custodio para cada tres reclusos, en Morelos la estimación es de un policía por cada 21 reos.
De acuerdo con los resultados generales, en promedio, el sistema penitenciario estatal no alcanza una calificación de siete, ya que el penal estatal varonil sólo alcanzó un 4.87 de calificación; el estatal femenil, 7.05; el distrital de Cuautla, 6.24; en distrital de Jojutla, 6.49; el distrital de Jonacatepec, 7.74, en tanto que el Cempla logró 7.59.
Hernández destacó que el diagnóstico presentado deriva de una metodología soportada con entrevistas a funcionarios o persona, cuestionarios al 10 por ciento del total de la población de los centros -cuyo número es de dos mil 284 internos— y recorridos en todos los penales.
Los puntos a evaluar, según detalle, fueron cinco: evaluación psicológica y moral; estancia digna, gobernabilidad, reinserción social y grupos al interior.
Con respecto a los hechos presentados en el penal estatal varonil de Atlachooaya durante los meses de octubre y noviembre, el ombudsperson consideró que las condiciones que prevalecen en el lugar no garantizan la estabilidad ni que se descarten nuevas riñas, disturbios, motines, muertos y heridos, por lo que llamó a las autoridades estatales a hacerse cargo del tema.
Además, añadió que en este particular, la reubicación de más de 40 internos de alta peligrosidad en otros penales del país, no es un elemento suficiente para evitar la gravedad de las condiciones que prevalecen, sino ello fue un síntoma de que es necesario actuar de inmediato.
RLO