La ola de calor no cede, pero tampoco la fuerza de doña Luz, una persona de la tercera edad que recorre la colonia Infonavit Cañada para conseguir algo de agua de uso personal. Sus manos arrugadas muestran el pasar del tiempo pero también la fuerza para seguir luchando en la vida.
"Esa no tiene agua... llega hasta las cuatro", es el grito de una de las vecinas que se encuentra en la cera contraria donde se instaló el hidrotanque por parte de la Comapa para llevar un poco de líquido a las personas que tienen días sin ver una gota en sus hogares.
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"Allá hay otra del otro lado, frente a la parroquia San Agustín", afirma la misma vecina que había dado aviso anteriormente.
Doña luz no está sola, va acompañada de su esposo, ambos dan el mismo recado a varias personas que llegaron después de ellos y pronto toman las garrafas, suben a su pequeño auto para dirigirse al lugar indicado.
A lo lejos se ve una fila que, aunque no está larga las personas que están ahí llevan muchos recipientes, algunos hasta diez lo que hace que la espera para llegar al llenado sea larga.
El calor es insoportable a pesar de que el tanque de 24 mil litros fue instalado bajo la sombra de las ramas de un flamboyan.
Doña Luz y su esposo son los últimos de la fila, apenas llevan un par de recipientes de 15 litros cada uno. "Es lo que encontramos a la mano, pero de algo nos va a servir esta poquita agua que aunque se ve un poco revuelta ahorita es oro puro para nosotros, no hay agua en ningún lado. Nosotros estábamos en el otro tanque pero nos dijeron que ya no habían y que iban a surtir hasta más tarde, entonces alguien nos dijo que alcance en Agustín estaban llenando y no lo dudamos dos veces; aunque hay fila vale la pena esperar".
Canelo y Maromero, ese sobrenombre de los dos trabajadores de la comapa encargados de despachar a los usuarios, hay cansancio pero ambos sienten la satisfacción de poder servirle a la gente.
"Anoche ya no fuimos muy tarde, y fue hasta que se nos terminó el agua. Hoy nos levantamos temprano nuevamente para continuar atendiendo toda esta gente que está batallando en sus casas. Es duro el trabajo pero es más grande la satisfacción, dice 'Canelo', mientras continúa con el llenado de botellas de 10, 15, 20 y hasta 100 litros.
El agua que se está entregando es turbia, sin embargo la gente la ha aceptado como un "mejoralito" para hacer las cosas básicas en el hogar cómo lo es el aseo personal, de sanitarios y trastes.
La gente sigue llegando para llenar su recipientes, esperando el turno, así como esperan que la lluvia se haga presente.
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yc