La empresa Earth Ocean Farms (EOF), con el apoyo del gobierno federal y local de Baja California Sur, realizó la sexta liberación en mar abierto de 20 mil crías de totoaba, un pez en peligro de extinción.
Estos que fueron criados en cautiverio mediante prácticas acuícolas sostenibles en su granja de La Paz, con lo que alcanzan más de 140 mil peces liberados por Earth Ocean Farms.
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“Nuestro objetivo principal al realizar esta liberación es involucrar a la sociedad, a los niños, ya que son las futuras generaciones y sabemos que la vía para tener un mundo más sustentable es que ellos sepan cómo lograrlo, y al acompañarnos son testigos de la forma en la que pueden contribuir al medio ambiente y a esta especie en particular”, declaró Pablo Konietzko, director de EOF.
La liberación se llevó a cabo en Playa Santispac, Municipio de Mulegé, en Baja California Sur, elegida por tener las características adecuadas para que los juveniles se desarrollen; tales como manglares, costas rocosas, bancos de arena y varios islotes que ofrecen un entorno protegido.
A este evento asistieron representantes de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), así como de ONGs dedicadas a la vida silvestre y se contó con participación activa de comunidades locales.
La totoaba es un pez endémico del Golfo de California, en peligro de extinción, debido a la pesca ilegal por su vejiga natatoria, la cual tiene una alta demanda en los mercados asiáticos.
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EOF es una empresa ubicada en La Paz, México, que cultiva totoabas de alta calidad destinadas al consumo humano, desde hace 7 años. Esto es posible gracias a su Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA), la cual opera un laboratorio para la reproducción de la especie de forma sostenible, con lo que no sólo apoyan a contrarrestar los efectos de la sobre explotación, sino que generan empleos y desarrollo económico en la región mediante la acuacultura.
Estas liberaciones cumplen todos los requisitos federales y locales establecidos por la Semarnas, y complementan los esfuerzos de conservación puestos en marcha al dar a la especie la oportunidad de desarrollarse en su hábitat natural.
Durante muchos años la pesca de totoaba fue uno de los motores económicos más importantes del Golfo de California. Sin embargo, también fue una de las primeras especies en mostrar evidencias de sobreexplotación dada la demanda de su vejiga natatoria.
El gobierno ha puesto en marcha varios esfuerzos de conservación para proteger la especie. Un ejemplo de ello es la prohibición permanente de su pesca que se aplicó en 1975, así como la prohibición de las redes de enmalle en la zona.