Ciudadanos y artistas plásticos de Tijuana se reunieron para pintar de nuevo el muro fronterizo, además de colocarle códigos QR para que migrantes se informen sobre sus derechos en México y en Estados Unidos.
“Si no podemos influir en estos límites, sí podemos venir a embellecerlo un poco, crear una imagen diferente a la que se tiene de este muro”, expresó Sara Armenta, universitaria que se enteró de la convocatoria que hizo el artista plástico Enrique Chiu.
A las vallas metálicas instaladas a un costado del Océano Pacífico, que tiene diversas imágenes pintadas en los últimos cinco años, se le conoce como el Muro de la Hermandad.
Niños, jóvenes y adultos se dieron cita desde las seis de la mañana para comenzar a darle pinceladas y brochetazos con todo tipo de colores.
En esta ocasión se sumó la organización Sin Fronteras, cuyo objetivo es colocar códigos QR para que migrantes puedan escanearlos con sus teléfonos móviles.
“El objetivo es que las personas migrantes tengan información para que sus derechos humanos no sean vulnerados”, expuso.
Pero no sólo será en en Tijuana, dijo, también contemplan estas mismas acciones en las norteñas ciudades de Tamaulipas y Monterrey.
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Para el artista plástico Enrique Chiu, a través de estas artes están logrando que quienes caminen por el área no vean un muro con tristeza sino “delicado, emocionante, emotivo”.
“El muro no lo vamos a tumbar, simplemente lo estamos desapareciendo con una ilusión, con algo bonito, con algo pictórico, con las emociones de muchas y miles de personas que están sumadas a este proyecto”, concluyó.
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Mientras pintaban, de otro lado del muro pasaban unidades de la Patrulla Fronteriza en su rutinario recorrido de vigilancia para evitar el cruce de migrantes.
DMZ