Ante problemas sociales como el aumento de la pobreza, la inseguridad y las violaciones a los derechos humanos, la polarización que se presenta entre corrientes políticas requiere ser superada para llegar a acuerdos que se traduzcan en beneficio social.
En el llamado anterior coincidieron los investigadores en Ciencias Políticas, Mathias Nebel, director del Instituto Promotor del Bien Común de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep); Víctor Reynoso Angulo, politólogo de la Universidad de las Américas Puebla (Udlap); y Roberto Alonso Muñoz, coordinador de Ciencias Políticas y Administración Pública y del Observatorio de Participación Social y Calidad Democrática de la Universidad Iberoamérica Puebla.
Los investigadores de las universidades poblanas coincidieron en que en la democracia, la ciudadanía espera soluciones y acciones que se traduzcan en beneficio social en lugar de disputas y confrontaciones.
Tras la presentación del Reporte Legislativo sobre la Actividad del Congreso del Estado de Puebla, Mathias Nebel, director del Instituto Promotor del Bien Común de la Upaep, explicó que la democracia se construye a partir del diálogo y no sobre descalificaciones ni posturas polarizadas.
“La democracia se construye sobre una cierta calidad de discurso, en el cual, el diálogo con el otro del otro partido, dentro del Congreso, se piensa posible con base a una cierta visión compartida de la realidad cual fundamente son las estadísticas. Cualquier intento de construir este diálogo sobre una visión blanco y negro, sobre una visión donde yo tengo razón y tú no, es contraria a la democracia”, apuntó.
La polarización del discurso político impide a los legisladores y a las autoridades llegar a puntos de acuerdo ante los retos que enfrentan diferentes sectores de la sociedad; además, complica el funcionamiento de la democracia.
“Por mala suerte, la polarización deriva en una pérdida de la calidad del discurso e impide llegar a puntos de acuerdo. La calidad del lenguaje no se puede perder fácilmente y cuando se ha perdido es muy difícil volver. En México, como en otros países, vamos hacia un mundo más polarizado”, resaltó.
En su oportunidad, Víctor Reynoso Angulo, investigador de la Udlap, aseguró que, en medio de un clima de división, es fundamental que los legisladores y los integrantes de diferentes corrientes políticas se den cuenta de que las diferencias no son tan grandes y que se pueden establecer acuerdos ante los retos actuales.
“Las diferencias no pueden ser tan grandes. ¿Qué pasa cuándo tienen que convivir con el Congreso? ¿Cuándo tienen que conocerse? Cuando uno lo trata, cuando uno está cerca a la otra persona, cuando una está por horas discutiendo, los estereotipos se pueden diluir. Uno de los retos de los Congresos, una de las reglas no escritas, es superar la polarización y construir la pluralidad en el sentido de escuchar al otro, de respeto al otro y de ver que nuestras diferencias no son lo que nos estereotipos nos dicen y que estamos más cercanos los unos de los otros de lo que pensamos (…). Dejen de lado la polarización, dense cuenta de que nuestras diferencias no lo son de fondo como a veces parecería”, apuntó.
En tanto, Roberto Alonso Muñoz, coordinador de Ciencias Políticas y Administración Pública y del Observatorio de Participación Social y Calidad Democrática de la Ibero Puebla, resaltó que existen demandas sociales en Puebla y en el país no han sido escuchadas y que quieren atención a partir del diálogo y superando la polarización.
“Hay demandas sociales de grupos, colectivos, víctimas, personas que se encuentran en condiciones en las que son ignorados sus derechos y nos llevan al espacio público. Lo lógico sería es que la casa de la representación sea receptiva”, expresó.
CHM