A partir de este año activistas y defensores de derechos humanos contabilizaron que cerca de mil migrantes de nacionalidad Centroamericana y Sudamericana principalmente, ingresan a diario por la frontera sur de México, pero la falta de políticas migratorias ha provocado que al menos unas 45 mil personas en tránsito se queden varadas en Chiapas.
En 2018 cuando el fenómeno migratorio se agudizó en esta zona del país, afectó principalmente a los municipios de Tapachula y Suchiate, dado a que son poblaciones considerados como la puerta de entrada a México, sin embargo, con el paso del tiempo ha comenzado a abarcar otras localidades como la capital chiapaneca.
En este contexto y debido a que la ciudad capital no cuenta con un albergue para migrantes, los extranjeros han optado por ocupar algunos espacios públicos, banquetas, calles, incluso hasta puentes, para instalar campamentos improvisados que les permita sobrevivir mientras esperan una cita de la CBP ONE.
Inconformidad
Cansados de la falta de atención de las autoridades, el 8 de noviembre habitantes de al menos 10 colonias del sur de Tuxtla Gutiérrez, bloquearon el Libramiento Sur, una de las vialidades más importantes a modo de manifestación, donde la principal demanda fue la reubicación de los migrantes que se encontraban en el Parque de la colonia San Francisco, ya que de acuerdo a los vecinos “ocasionaban problemas de salud pública e inseguridad”.
Entrevistado el día de la movilización, Jaime Durán Morales, vecino de la colonia San Francisco, expone que sobre las aceras de sus viviendas las personas en movilidad que están a la espera de un permiso migratorio instalaron casas de campaña, mientras que otros que sólo están de paso duermen en pedazos de cartón.
“Se plantan en campamentos, invaden espacios públicos (…) hay unos olores fétidos por lo mismo, porque ya lo ocupan como si fuera dormitorios, baños y todo por el estilo. Entonces aunado a eso la seguridad y ha habido muchos índices rojos en cuanto al tema de seguridad, que entre ellos mismos se agreden ya en estado de ebriedad, a veces drogados, entonces hay algunas partes que rentan y es lo mismo”.
Tras la manifestación de los pobladores, las autoridades se comprometieron a realizar un censo en los campamentos, además de reubicarlos a espacios seguros, mientras que los elementos de seguridad implementarían operativos disuasivos de la delincuencia.
Desalojo de migrantes
Este año la problemática del flujo migratorio en la frontera sur se agudizó, debido a que en las poblaciones que abarcan las llamadas rutas migratorias se han comenzado a saturar, mientras que los gobiernos continúan sin dar una respuesta a esta situación, como por ejemplo en Tuxtla Gutiérrez, donde cerca de 300 migrantes fueron desalojados.
Los primeros retiros se llevaron a cabo el miércoles por la noche en el Parque de San Francisco al sur de la Ciudad, le siguió el jueves en el Parque Santo Domingo en la zona centro, donde los espacios públicos que anteriormente eran el Refugio de las personas en movilidad hoy solo son lugares de recreación.
Con una mochila al hombro y la esperanza de cambiar sus condiciones de vida, Elías Erickson Ramón de nacionalidad venezolana, asegura que prefiere estar en la calle que en los albergues a donde las autoridades migratorias los quieren enviar, "estuve en un albergue en Tapachula y yo no vuelvo a quedarme en uno porque hay más droga adentro que afuera”.
"Que dicen que van a venir los militares y los guardias y vamos a perder todo, yo le dije sabe que perdí desde que salí de mi país y no me importa perder eso y si me llegan a faltar el respeto a pegarme, por mi madre que yo les voy a regresar el 'cornazo' y nos vamos a matar porque no me voy a mover de acá".
El extranjero quien viaja con su esposa e hijo pide a las autoridades habilitar espacios adecuados, pues muchos de ellos están de paso, pero están dispuestos a responder cualquier tipo de agresiones.
Ganar tiempo
La burocracia en los trámites migratorios y en las citas de la CBP ONE, obligó a que el 6 de noviembre cuando en Estados Unidos se realizaban las elecciones, de Tapachula y Tuxtla Gutiérrez unos 3 mil migrantes partieron de manera simultánea en dos caravanas hacia la Ciudad de México.
Desde hace tres semanas Carlos Alfredo Perozo originario de Venezuela, llegó a México para tramitar la cita de CBP ONE y fue apenas la semana pasado que recibió una respuesta favorable, sin embargo, ahora el problema es que no hay vehículos para transportarse a la puerta que le corresponde en la frontera norte, a pesar de ello confía en que logrará ingresar a territorio estadunidense.
“Sí tenemos la cita de la CBP ONE y hay que seguir luchando para ver si se nos da y el que no la quite Donald Trump la cita es algo ilógico que él tiene que saber que somos seres humanos. Mucha gente nos dice a nosotros que somos ratas y no somos ratas somos todos seres humanos, somos personas (…) Pues si hay un poquito de nerviosismo pero hay que seguir luchando porque todos tenemos futuro y somos como le digo somos seres humanos no somos ratas como nos dicen a mucha gente a veces nos tratan que somos ratas no somos ratas somos seres humanos”.
Por su parte Andrés Ramírez originario de Colombia, asegura no tener miedo con el nuevo gobierno que eligió Estados Unidos, por el contrario hizo un llamado para permitirles ingresar y mejorar su calidad, debido a que un porcentaje importante de los extranjeros huyen de la violencia y las malas condiciones de vida.
“Sería que pronto consideración y dar como una oportunidad de ayuda en el sentido de entrar y buscar la forma de siempre tener mejoría porque pues nosotros migramos más que todo para tener mejoría económicamente”.
Hasta ahora las caravanas que partieron de Tapachula y Tuxtla Gutiérrez son de las más numerosas que se han registrado en lo que del gobierno de Claudia Sheinbaum, pero con el triunfo de Donald Trump los migrantes se ven obligados a ganarle tiempo.
LG