Cientos de migrantes centroamericanos han despreciado el ofrecimiento del gobierno mexicano de atravesar la frontera de manera legal, azuzados por un presunto grupo de 'polleros'.
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A la orilla del Suchiate, en la frontera norte de Guatemala, Michael Zuñiga, analiza la posibilidad de cruzar el Río, acompañado de 25 personas de su familia: esposa, hijos, hermanos, primas y primos que decidieron salir de Honduras por las “aterradoras” condiciones de violencia y pobreza.
“Estamos pensando en pasarnos del Río y pasarnos así nomás porque supuestamente dicen que el permiso que nos van a dar de un año dicen que es pura mentira nada más”, dijo.
¿Quién les dijo?, se le preguntó.
Unos muchachos ahí que supuestamente ya pasaron por eso y dicen que es pura mentira que porque eso no sirve para nada.
El grupo de polleros, opera en el parque central de Tecún Umán, donde los migrantes descansan luego una larga travesía de al menos tres días desde Honduras.
Ahí, azuzan a los migrantes y corren el rumor, de que autoridades mexicanas, les han tendido una trampa y que supuestamente preparan una redada para deportarlos de forma masiva.
Los 'polleros' buscan gente humilde
Bryan, otro migrante hondureño, dice que los tiene bien identificados. Es la segunda vez que intenta cruzar la frontera hacia México para intentar llegar a Estados Unidos. La primera fue en octubre, con el primer éxodo de migrantes centroamericanos, que se enfrentaron con autoridades federales en el cruce fronterizo. El lamentable episodio lo hizo volver a lado de su esposa e hijos, pero ahora, que anda de vuelta los volvió a “topar”, incluso, dice, denunció el acto ante miembros de la Policía Nacional que vigilan la zona.
“Se busca la gente humilde, gente que no sabe, gente que se deja engañar”
“Está ahí en el parque yo le dije a la policía anoche porque estaba engañando a la gente”
Y, ¿la policía que dijo?
"Que qué va hacer; sólo se fueron a parar cerca de él así. Aquí cada quien se cuida cómo puede. Yo me cuido por mí solo”.
Los 'polleros', dice, piden lo que caiga o como ven al sapo es la pedrada “porque unos nomas traen unos cuantos quetzales (moneda guatemalteca) para que los pasen por las lanchas”.
“Ahí está en el parque; ahí está ahorita. Él estaba diciendo anoche que los iba a pasar le dije que cuánto nos cobraba.. dijo ya veremos y que tiene hospedaje y anda bien vestido”
A orilla del Río Suchiate, dos hombres apresuraban a un grupo de migrantes. Tenían que subir a una balsa para cruzar a México.
“No me grabes, ey, a ti yo te conozco. Te topé en Tijuana. Voy y vengo acá y acá te topo” dijo uno de ellos a Miguel Ángel Cabrera, camarógrafo de grupo MILENIO, quien tomaba las imágenes.
“Es de ellos, es él”, dijo Bryan mientras se alejaba para no meterse en problemas.
En la frontera, quienes prefieren no mojar sus pertenecías y tienen un poco de dinero, pagan 10 quetzales, el equivalente a unos 40 pesos, y cruzan en lanchas a través del Suchiate a territorio mexicano.
Otros, aprovechan que en algunos tramos, el nivel del Río es bajo y atraviesan caminando.
Deciden entre esperar hasta un máximo de cinco días para recibir la tarjetas de visitante por razones humanitarias que otorga el gobierno mexicano o cruzar de manera ilegal a territorio nacional rumbo a Estados Unidos.
bgpa