Los investigadores Luis Antonio Ladino, del Centro de Ciencias de la Atmósfera, y Alejandro Aguilar, del Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señalaron que la nube de polvo del Sahara que arribó ayer a la Península de Yucatán es la más grande registrada en los últimos 50 años, por lo que la presencia de partículas PM10 y PM 2.5 en el ambiente es 800 por ciento mayor a los niveles promedio de la calidad del aire en la ciudad de Mérida, lo que podría generar afectaciones a la salud.
“Esta es una masa de aire bastante masiva que no habíamos visto en los últimos 50 años según los récords, es algo bastante atípico y es importante que la población esté protegida al respecto”, dijo Luis Antonio Ladino.
En conferencia remota, el investigador explicó que, de acuerdo con las mediciones del Centro de Ciencias de la Atmósfera, la entrada de la nube de polvo del Sahara en Mérida ha dejado concentraciones de material particulado de 190 microgramos por metro cúbico.
“En comparación a las mediciones normales en un día que no se impacta con una pluma del desierto del Sahara, estamos experimentado un incremento del 800 por ciento al día de hoy y la pluma apenas está llegando, no ha terminado de cruzar la Península de Yucatán”, indicó.
Destacó que ya se duplicaron las concentraciones máximas registradas en 2017 y 2018, y aún se prevé que se incremente la cantidad de polvo del Sahara que llegará a la península. En 2017, la concentración fue de 100 microgramos por metro cúbico y de 140 microgramos en 2018, por lo que la cantidad de material particulado que se estaba respirando en esa ciudad se incrementó entre 300 y 500 por ciento.
Resaltó que con la entrada de la nube de polvo, en la ciudad de Mérida se alcanzaron concentraciones de 160 y esta mañana están en 190 microgramos por metro cúbico; mientras que en Martinica, una isla del Caribe que también se monitorea, las concentraciones ya llegaron a los 400 microgramos, con un impacto mayor en la calidad del aire.
En ese sentido, llamaron a la población a permanecer en sus hogares y no exponerse al medio ambiente mientras la nube de polvo del Sahara termina de pasar por la península, lo cual se prevé concluirá este viernes.
“Esta pluma es masiva, trae una gran cantidad de material particulado con ella, entonces los niveles a los cuales puede estar expuesto la población de la Península son superiores a lo que están acostumbrados, ahí que la recomendación es tratar de proteger sus vías respiratorias y una de las mejores maneras de hacerlo es usando un cubrebocas que funciona como un filtro”, indicó el inevstigador.
Además, alertó sobre la posibilidad de que las partículas más grandes se queden atrapadas en la parte nasal y en la tráquea de las personas, lo que puede causar algunas irritaciones, pero, en caso de que haya partículas más pequeñas, estas pueden avanzar hacia el sistema respiratorio y afectar a los pulmones, lo que llegaría a ser muy peligroso.
Ladino destacó que en el polvo del Sahara viajan patógenos y microoganismos, por lo que ya demostraron que en el verano hay una mayor concentración de bacterias y hongos que están en estudio.
“Nosotros logramos identificar varias bacterias, no sabemos si son oportunistas o no, la idea ahora es tratar de ver si tienen resistencia a antibióticos o no y tratar de ver qué tipo de enfermedades se pueden desencadenar”, indicó.
Luis Antonio Ladino señaló que si bien las nubes de polvo del Sahara llegan cada año, la comunidad científica está sorprendida por la dimensión de esta pluma, por lo que aún no hay una explicación sobre qué originó esa dimensión.
“La UNAM participa en un proyecto con la Universidad de Puerto Rico y la NASA, donde estamos realizando mediciones simultaneas en Puerto Rico, Miami y Mérida, en la Guyana Francesa, Barbados y la Isla Guadalupe y en Martinica, nunca pensamos que algo así fuera a pasar, pero pasó. ¿Por qué está pasando?, ahora viene la pregunta de la comunidad científica, tratar de entender cuáles fueron las características que llevaron a que se formara esta pluma tan grande con características diferentes a lo que hemos visto en los últimos 40 y tantos años, dado que es algo tan reciente no existe una explicación contundente a la fecha”, declaró el investigador.
No obstante, destacó que la nube de polvo del Sahara también tiene beneficios en el ambiente, como el transporte de nutrientes, la inhibición de los ciclones tropicales y el enfriamiento de la superficie terrestre.
ROA