La Guardia Nacional instaló retenes en Acapulco para evitar saqueos a comercios; sin embargo, la rapiña “administrada” sigue.
López Obrador atribuyó los robos masivos a la situación de emergencia, caos e incertidumbre que provocó el impacto del huracán Otis, pero descartó implementar un toque de queda, pues, dijo, no hay riesgo de un estallido social.
“La gente sí estaba llevando a cabo en algunos lugares actos de saqueo, ¿por qué?, pues por la emergencia; estaba llegando la Guardia Nacional y los que estaban ahí, las instalaciones de la Marina y del Ejército se afectaron igual, era una situación bastante complicada… Ahora ya hay retenes de la Guardia, ya se establecieron para mantener el orden”, expresó en la mañanera.
Cuestionado sobre si ve riesgo de un estallido social ante la desesperación de los afectados, respondió que “no, porque la gente va a ayudarnos muchos” y, además, su gobierno tiene “buena comunicación” con ellos.
Pese a los retenes, MILENIO constató que policías de Guerrero instalados en las salidas de Acapulco detienen a vehículos en la carretera y se quedan con cervezas y juguetes, pues indicaron que “solo está permitido” llevar artículos de primera necesidad.
Los uniformados, según se identificaron, pertenecen a la Unidad de Fuerzas Especiales, ubicada en Chilpancingo, pero apoyan a la Región Acapulco: “No podemos permitir que lleven vinos, cervezas, alcohol, y aquí las personas llevan hasta electrodomésticos, esto no es un artículo de primera necesidad.
“Llevaban hasta un extinguidor, cosa que es más probable que lo ocupe un bombero. Todo artículo de primera necesidad está permitido, pero ya alcohol… no lo necesitamos ahorita”, expresó uno de los efectivos.
En otro momento, unas mujeres se acercaron a los policías y, ante la queja de que no tenían comida, les entregaron alimentos.
“Estos jóvenes llevan juguetes, esos no son artículos de primera necesidad, y hay que dejarlos, ¿por qué? Porque necesitamos que lleven aguas, frijol, arroz, artículos de primera necesidad para comer, es lo primordial ahorita y llevan otras cosas que de verdad ahorita no funcionan y no nos sirven”, agregó.
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Se suma huachicoleo
A tres días del impacto de Otis, a los saqueos de tiendas de autoservicio y departamentales se sumó la rapiña a gasolineras.
En Punta Diamante se observó a hombres encapuchados, que portaban radios, ordeñando las cisternas de una estación.
Con la ayuda de mangueras, los huachicoleros extrajeron el combustible frente a la mirada de autoridades de todos los niveles que se limitaron a verificar que no hubiera desmanes, mientras unos 200 personas con bidones y cubetas hacían fila.
En el destino turístico no funciona ninguna estación, pues las bombas no pueden operar sin electricidad, pero la necesidad de surtir combustible a los vehículos para moverse a buscar a sus familiares o llevar víveres a las comunidades es mucha.
Los huachicoleros son hostiles; cuando un medio de comunicación llega al lugar agreden con piedras y tubos para evitar que quede documentada la rapiña.
En Chilpancingo, donde las gasolineras sí funcionan, hay filas kilométricas de vehículos, luego de la psicosis ante la posible escasez del combustible.
La falta de gasolina no es el único problema que enfrenta el puerto, hasta a donde llegan habitantes de varias comunidades en busca de comida y agua; sin embargo, como todas las tiendas de autoservicio fueron saqueadas, de nada sirve el esfuerzo.
“En Acapulco hay gasolina, el problema es que sus establecimientos no pueden despachar, pero una vez que regrese la energía eléctrica la situación va a mejorar, no hay razón para temer un desabasto en Chilpancingo”, aseveró el empresario Adolfo Chávez Romero.
Piden frenar hurtos
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) llamó a las autoridades federales y estatales a coadyuvar con las municipales para frenar los actos de rapiña.
“Advertimos que la recuperación del puerto será complicada; los primeros reportes que nos han llegado nos dicen que varios de los socios de nuestro centro empresarial en Acapulco sufrieron pérdidas totales de sus negocios”, apuntó en un comunicado.
Además, solicitó a la autoridad cuidar de los víveres donados por la ciudadanía para que durante su traslado no sean objeto de robo por parte de grupos delictivos y lleguen a los damnificados.
“Desde la Coparmex lamentamos la pérdida de vidas humanas y nos solidarizamos con los habitantes de Acapulco y de la costa de Guerrero por las afectaciones sufridas tras el paso de Otis”, dijo.
Por separado, el gobierno de Guerrero informó que hasta ayer mil 656 personas estaban en siete refugios temporales.
La tarde de este viernes, la Secretaría de Protección Civil y Bomberos del municipio difundió en sus plataformas una lista con los nombres de las personas instaladas en los albergues habilitados en el Centro Internacional Acapulco, el hotel Mundo Imperial, al Sams de la zona Diamante y otros.
Durante la mañana, la gobernadora Evelyn Salgado Pineda informó de la instalación de comedores comunitarios en puntos estratégicos del puerto, uno de ellos en el Polideportivo Cici de Ciudad Renacimiento.
Ayer arribaron al puerto, por instrucción del Presidente, las secretarías de Gobernación, Luisa María Alcalde, y de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, para coordinar las acciones de ayuda.
En tanto, el Servicio de Administración Tributaria declaró días inhábiles del 25 de octubre al 10 de noviembre en Acapulco; mientras que funcionarios del gobierno federal anunciaron la integración de un plan de abasto de bienes en Guerrero.