Las armas que ilegalmente entran a México desde Estados Unidos no solamente sirven al crimen organizado para su confrontación a muerte con sus enemigos, también contribuyen a una epidemia de violencia creciente que genera víctimas de lesiones dolosas.
Mientras que los homicidios dolosos se cometen principalmente en zonas disputadas por el crimen, las lesiones dolosas ilustran de mejor manera el comportamiento de la violencia en las grandes ciudades e incluso afectan a un mayor número de personas, pues por cada asesinato cometido hay cinco que sufrieron una agresión no letal.
En Aguascalientes por cada homicidio hay 57 lesionados intencionalmente; en Coahuila, 26; en Baja California, 25, y en Querétaro, 24. Un caso similar se observa en Estado de México, entidad que registra la mayor cantidad de víctimas por lesiones dolosas en términos reales al sumar 22 mil 476 casos.
Esta entidad concentra 31 por ciento de los casos nacionales y cinco de sus municipios conforman el top ten de alcaldías con más víctimas en el país.
A escala nacional, entre enero y mayo de 2021 se registraron 72 mil 347 víctimas por lesiones dolosas, lo que representó un incremento de 11.4 por ciento con respecto al mismo periodo de un año anterior, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Las víctimas de lesiones dolosas provocadas por armas de fuego y objetos punzocortantes se incrementaron considerablemente en 23 entidades y en al menos nueve de ellas se pueden catalogar como una epidemia de violencia por tener aumentos desmedidos en lo que va del año.
Los estados más afectados son Sonora, Durango, Yucatán, Nayarit, Campeche, Quintana Roo, Puebla, Tabasco y Sinaloa, con aumentos anuales superiores a 25 por ciento, según cifras del Secretariado Ejecutivo.
Destaca Sonora, donde se reportaron mil 28 víctimas de agresiones dolosas entre enero y mayo de este año, lo que representa un aumento de 93.6 por ciento respecto al mismo lapso de 2020.
Las carpetas de investigación abiertas en los MP locales muestran que 103 sufrieron lesiones por arma de fuego, mientras que otras 95 tuvieron ataques con armas blancas y 830 más fueron atacadas con otro tipo de arma.
En Durango, las lesiones dolosas en el periodo enero-mayo se dispararon 62.1 por ciento respecto al año pasado. Las estadísticas muestran que en este año mil 216 personas han sufrido traumatismos por armas de cualquier tipo, mientras que en el mismo lapso de 2020 hubo 750 casos.
En Yucatán y Campeche se observan incrementos de 57 y 43.2 por ciento en las lesiones dolosas. En la primera entidad se reportan 168 víctimas, mientras que en la segunda 53, a pesar de que se encuentran entre las más seguras del país.
Las otras entidades que muestran un alza considerable son Quintana Roo (36.6 por ciento), Sinaloa (36.5 por ciento), Tabasco (34.9 por ciento), Puebla (32.5 por ciento) y Nayarit (26.6 por ciento).
Asimismo, la violencia ocasionada por agresiones dolosas se focaliza en Ecatepec, donde se registran 2 mil 319 personas víctimas de lesiones dolosas. Esa cifra es mayor que el total de casos que presentan las 16 delegaciones de Ciudad de México y un número poco inferior a los 2 mil 488 casos de Baja California.
Las otras cuatro alcaldías del Estado de México que registran altos índices de criminalidad son Toluca, con mil 979 casos; Naucalpan, con mil 162; Neza, mil 95, y Tlalnepantla, con 850. El top ten se completa con León, (mil 323); Aguascalientes (mil 42); Querétaro, (997); Ciudad Juárez (995) y Morelia (860).
ledz