El precio de la tortilla en los últimos meses se ha encarecido en el país, tanto que de 16 pesos por kilogramo pasó a 28 pesos, y los próximos días podría alcanzar los 30 pesos.
“Por cierto, decían que iba a subir a 30 pesos el kilo, pero ahorita se estabilizó en 28 pesos, más adelante quien sabe si suba a los 30 pesos”, advierte Marcos Palma, un molinero del puerto de Acapulco, quien asegura que el aumento en el precio es por el incremento en los insumos.
Dice que el precio de la tortilla aumenta porque se encareció el maíz, y tienen que pagar el flete para traerlo del bajío y de Sinaloa, lo que aumenta su precio.
De acuerdo con los mismos molineros, un kilo de tortillas tiene en promedio unas 45 piezas.
En enero del 2022, cada pieza de tortilla tenía un costo estimado de 35 centavos, pues el kilo estaba en 16 pesos, ahora tienen un valor de 62 centavos cada de las que se llevan a la boca, ya que el kilo está en 28 pesos.
La tortilla está cara en toda la republica mexicana, pero hablando de precios la medalla de oro, la tiene el estado de Guerrero.
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En sus siete regiones, alcanza ya los 28 pesos y en algunos otros 28 pesos con 50 centavos, pero se advierte que en los próximos días podría llegar hasta los 30 pesos por cada kilogramo.
En la Unidad Habitacional Infonavit El Coloso, en la tortillería La Florida, el kilo lo ofrecen en 20 pesos, es la más barata del complejo habitacional, a 3.8 kilómetros, la encuentran hasta en 28 pesos.
En Acapulco, en las zonas urbanas y suburbanas el kilogramo oscila entre los 24 y los 28 pesos, aunque en las últimas semanas, los molineros que producen su propio maíz, tenían a más bajo costo, y la ofrecían en 20 pesos.
¿Cómo es que el precio puede variar tanto de una tortillería a otra? Los consumidores acusan que los industriales de la masa y la tortilla, son los que abusan de esta liberación de precios.
“Todos los consumidores decimos eso, por qué no se regula parejo el precio. Pero hay lugares que está en 28 pesos, hay lugares que está en 27 y hay lugares en que está en 26 y 25 pesos. Los empresarios de las tortillerías dan el precio que ellos quieren y eso está mal”, criticó Simón Morales.
Los molineros, aseguran que los factores como el precio de la tonelada que lo compraban en seis mil 200 pesos, ahora supera los nueve mil 200 pesos, y quienes producen su propio maíz, tienen el kilo a más bajo precio.
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Adicionalmente el precio del gas que compraban en 11 pesos con 20 centavos, alcanzó los 14 pesos, la energía eléctrica presenta aumentos graduales, asegura José Popoca, vocero de los molineros en Guerrero.
Recientemente la ingeniero, Guadalupe Hernández, del Centro de Acopio del Municipio de Juchitán de Segalmex, región de la Costa Chica, dijo que el grano de maíz sería llevado a otros estados del país.
“El maíz de aquí de Juchitán Guerrero, tiene buena calidad, ese grano de maíz de aquí de Guerrero y Juchitán, va a ser exportado a otros estados, el grano de nosotros va a ser consumido en otros estados”, dijo.
Eso no es todo, los industriales de la masa y la tortilla, señalan que desde hace casi dos meses se advirtió que el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, provocaría el alza en el costo del maíz que afecta a México y otros importadores.
A lo anterior, se suma la falta de subsidios por la administración de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, y del gobierno federal, que desde que iniciaron el periodo de gobierno han retirado los apoyos.
Así, a los consumidores no les queda de otra que pagar el costo de la tortilla, la cual siguen comprando, pero cada vez son menos piezas las que les entregan a los clientes debido al aumento del precio.
“No nos queda de otra más que compra. Hay lugares que tienen el kilo hasta en 30 pesos, se ha prestado esta situación, y hay mucho abuso de confianza (de los molineros) y no, no se vale”, reprocha, Daniel Gómez.
Para Teresa Colorado, la situación de la inflación cada vez les provoca que el dinero ya no alcanza, pues dice que “tenemos que trabajar día y noche, porque los salarios están muy bajos”.
EHR