La asociación Projulab (Promoción y Justicia Laboral A.C.), se constituyó formalmente en el año 2010.
De la mano de su directora María Isabel López Carbajal y su equipo de trabajo, han podido beneficiar a personas con discapacidad y adultos mayores en sus diferentes programas de apoyo.
Personas con altos niveles de depresión han podido salir adelante al contar con un empleo y sentirse nuevamente productivas, gracias al taller de costura que emprendieron con el apoyo de la firma lagunera Soriana, que confió desde un principio en su causa.
Hoy esta asociación elabora los uniformes de los trabajadores de esta cadena comercial a nivel nacional y tiene lista de espera de personas que quieren beneficiarse con esta labor, que les hizo merecedor nuevamente del reconocimiento como Empresa Incluyente por parte de la Red de Vinculación Laboral para Personas con Discapacidad, en la Comarca Lagunera.
¿Cuál ha sido la constante para que Projulab reciba por séptimo año este reconocimiento?
Es el darle la oportunidad a personas con discapacidad para que se integren en la vida laboral, ya que Projulab es una institución que promueve y defiende los derechos humanos. Y el trabajo es un derecho humano y las personas con discapacidad tienen derecho a él y Projulab desde sus inicios ha tenido por lo regular, de cuatro a cinco trabajadores. Algunos ya se han pensionado.
¿A cuántas personas en lo general habrá beneficiado Projulab en estos años de trabajo que tiene en la sociedad?
Beneficiamos a alrededor de mil a mil 200 personas al año. La gran mayoría de nuestros beneficiarios son adultos mayores porque uno de los programas que tenemos, es ayudarlos a que recuperen su pensión por cesantía.
A las personas que se quedaron con la Ley del 73, indefensos porque cambia a 1997 y que en esos momentos estaban en una vida laboral activa y productiva, no les afectó aparentemente. Pero al llegar a los 40, 50 ó 60 años: Nadie les da trabajo y tienen los 60 años cumplidos y las semanas cotizadas que les marca la Ley del 73 no están en conservación de derechos.
Uno de los programas de Projulab ha sido ayudar a que recuperen los derechos laborales y por eso abrimos nuestra fuente de empleo.
De ahí que el programa más vasto y más demandado que tenemos sea el de adultos mayores y personas con discapacidad por pensiones por invalidez o cesantía.
¿Qué es lo que falta por hacer a Projulab?
En realidad nos falta mucho. Nuestra empresa se dedica a la manufactura de ropa textil. Tenemos el taller de costura, clientes de prendas que les vendemos de manera directo.
Nuestro principal cliente es Soriana que fue el único que creyó en nuestro proyecto hace diez años. A ellos se les elabora el uniforme de los empleados a nivel nacional, mandiles, sudaderas, gorros, todo lo que usan los trabajadores en las tiendas.
Es mucho trabajo, pero fueron los únicos que creyó en nuestro proyecto.
Nuestra intención era que las grandes empresas nos contrataran personas por un año, se pensionara, se fueran y luego contratar a otras más.
La triste realidad es que nadie quiso, al considerar que los trabajadores eran personas tenían mano de obra lenta, que los adultos mayores tenían enfermedades crónico-degenerativas, que se incapacitaban con mucha frecuencia, que resultaba un riesgo alto de accidente y salía muy caro para la empresa. Y Soriana tampoco nos contrató personal, pero sí nos ayudó a abrir nuestra fuente de empleo.
Nos apoyó con equipo, con personal que nos capacitara, nos prestó tres máquinas y ahora tenemos 20 que son ya propiedad de la asociación, las máquinas industriales de costura son muy caras.
De tal manera que con mucho sacrificio y tocando puertas hemos logrado llegar hasta donde estamos ahorita.
¿Cuál es el sentir de estas personas que no sólo obtendrán su jubilación, sino que en estos momentos están siendo productivas?
Les cambia la vida. Nos han llegado personas con depresión profunda de tercer grado, donde ya no tenían ninguna motivación y el volverse a sentir productivas eleva su autoestima, les hace llegar un ingreso, recuperan su servicio médico, les hace les cambia la vida de verdad.
El problema que tenemos es que pasa el año, se pensionan y luego ya no se quieren ir, pero no los podemos tener mucho tiempo ahí, porque además vienen los demás.
Tenemos una larga lista de espera y desgraciadamente no podemos contratar a muchos, no porque no tengamos necesidad o trabajo sino que el recurso no nos da para pagar las cuotas obrero patronales.
Cada trabajador nos sale por año alrededor de 70 mil pesos, por un año en donde les pagamos el salario, vacaciones, sus cuotas obrero patronales, todos sus impuestos.
Si tuviéramos más recursos quizás pudiéramos hacer algo y beneficiar a más personas.
¿Cuál es su fuente de ingresos?
Depende de donativos, de la venta de lo que fabricamos. No es fácil, de ahí que las personas que desean conocer más del proyecto y apoyarnos pueden dirigirse a calle Metalmecánica 327 Parque Industrial Oriente o comunicarse al 7222518 de lunes a viernes de 8 a 4:30 pm, o al correo projulab_2010@hotmail.com, para mayores informes.