Balandra, “la playa más bonita del mundo” y el Refugio del tiburón ballena en la Bahía de La Paz, están amenazados por un proyecto para ampliar el muelle del Puerto de Pichilingue para el atraco simultáneo de dos megacruceros, de al menos cinco mil pasajeros cada uno, denunciaron organizaciones ambientalistas.
“En La Paz, específicamente en esta zona donde se pretende realizar el proyecto no se permite la realización de estas obras. Está prohibido por el plan de desarrollo urbano y el primer atentado sería en contra de la legalidad de este instrumento que es el plan del municipio para crecer en teoría, ordenadamente”, señaló Mario Sánchez, director Regional Noroeste del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA).
Por su parte, Luis Vargas, voluntario de la organización Mar Libre que a su vez, integra el Colectivo Torpedo que se opone al muelle, explicó que el puerto Pichilingue se construyó en 1974, antes de que la zona fuera decretada como Área de Protección de Flora y Fauna Balandra en 2012, por lo que quedó rodeado por el polígono de protección, y a solo 8 kilómetros de la playa del mismo nombre, que por sus serenas aguas color turquesa y dunas de arena blanca, es reconocida como la “playa más bonita del mundo”.
“El Área de Protección de Flora y Fauna de Balandra es un lugar importante por su belleza escénica, su riqueza ecológica, su biodiversidad y localización muy cercano a la ciudad de La Paz. El área protegida de Balandra abarca desde Punta Colorada, al sur, hasta la playa El Tecolote, al norte; el puerto de Pichilingue queda justo a la mitad del área protegida".
“Sin embargo se ha logrado que se dé la suficiente protección a los manglares, a las playas y en general a las islas y todo lo que conforma el área de protección de flora y fauna de Balandra y que pueda coexistir con el puerto, pero ahora corremos un grave riesgo, se pretende realizar una ampliación de ese puerto para darle cabida al arribo de megacruceros”, señaló Luis Vargas.
El proyecto “Ampliación del muelle API-BCS del puerto de Pichilingue” es promovido por la empresa Aqua Mayan Adventures S.A. de C.V., concesionaria de 63 mil 496 m2 del puerto. En la Manifestación de Impacto Ambiental presentada ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) que sigue en análisis, indica que se pretende construir un centro turístico-económico en el área que actualmente ocupa la administración del puerto, por lo que se requiere su desmantelamiento, demolición y reubicación y relleno de terreno, para lo que serán dragados 79 mil metros cúbicos de lecho marino.
“... de los cuales 55 mil 139 m3 se utilizarían en la conformación del área a rellenar. Además, se ampliaría el muelle de usos múltiples No. 2 en 2 mil 457 m2, hacia el frente del área de relleno, para permitir el atraque de cruceros tipo Oasis”, indica la MIA, modalidad regional.
En su oportunidad, Alejandro Olivera, representante en México del Centro para la Diversidad Biológica resaltó que el arribo de cruceros tipo oasis, tendría severas afectaciones en la zona de influencia del área protegida de Balandra y el Parque Nacional Zona Marina Archipiélago de Espíritu Santo; así como el Refugio del Tiburón Ballena en la Bahía de La Paz, además de la ensenada de ese municipio, que es sitio Ramsar, un humedal de importancia internacional.
“Se encuentra la terminal cerca de áreas naturales protegidas como el Área de Protección de Flora y Fauna de Balandra, reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco; humedales de importancia internacional Ramsar y tránsito de animales en peligro de extinción como el tiburón ballena”, además
Mario Sánchez del Cemda añadió que además del tiburón ballena, en la zona se encuentran especies bajo la NOM 059 como ballenas y delfines.
Dijo que si bien parece que la construcción del proyecto no tiene interacción con esos ecosistemas, sus operaciones sí generarán un impacto.
“Los impacto de los cruceros más grandes que tiene el mercado de tipo oasis en este muelle que está en evaluación, la interacción de estos navíos con las rutas del tiburón ballena, y todo lo que ya se ha visto a nivel nacional e internacional que tienen como la industria de cruceros, el tema de contaminación ambiental, las aguas de lastre, especies invasoras, las descargas, la movilización del sedimento que significa dragar más de 75 mil metros cúbicos. La Bahía de la Paz es un hábitat crítico, es una zona protegida para el tiburón ballena que involucra el tema donde se desarrolla su actividad”, apuntó.
Así que advierten, si el proyecto llega a concretarse, durante su operación solo generará más presión a la ciudad, pues “ya tenemos una sobreexplotación de nuestros mantos acuíferos, estamos al borde de la crisis hídrica, estamos llegando al punto en el cual ya no vamos a tener suficiente agua”, dijo Luis Vargas.
Además, “La Paz tiene un basurero a cielo abierto que no cumple con la regulación, entonces, pensar que los proyectos van a sumar mayor impacto al basurero en un impacto indirecto que tendría que buscar mitigar. Igualmente, la generación de electricidad con combustóleo desde los años 70, más peso, más necesidad de generación de energía puede causar otros impactos indirectos y que se les quiera en este caso mayor contaminación”, sostuvo Mario Sánchez.
Por su parte, los permisionarios para el avistamiento y nado con tiburón ballena sostienen que los cruceros no representan beneficio para su economía.
“Aunque los cruceros traigan 5 mil, llega al puerto de Pichilingue y tiene una estancia tan corta que no le permite hacer los paseos, y por ende el número de paseantes es menos del 2 por ciento. El turista que desciende del crucero no va a llegar a la ciudad a consumir en los locales comerciales de la ciudad, va a consumir en los locales comerciales puestos por quien concesionó el uso de esa terminal, para nosotros no es viable un turismo de masas”, expresó Nezahualpilli Tovar / representante de los permisionarios del Tiburón Ballena en la bahía.
EHR