Rocío Meneses y Sergio Ramírez fundaron en el 2016 Paraíso Colibrí, “el primer vivero especializado” en México para producir plantas silvestres que atraigan polinizadores —abejas, mariposas y colibríes, entre otros—.
Su proyecto los ha llevado a participar en la creación de varios espacios verdes con el sector público y privado, tanto en Puebla como sus alrededores. Sin embargo, la pareja ahora está enfocada en la plantación de un jardín de colibríes para “Casa Alto Refugio”, un hogar para niños y niñas en situación de riesgo y abandono.
“Estamos de inicio planeando hacer un jardín de al menos 30 metros cuadrados, ojalá podamos llegar a muchísimo más (...) estamos incluyendo siete especies base que van a formar parte de la paleta vegetal inicial, son todas plantas nativas, estamos colocando, les llamamos especies perennes, lo que significa que el jardín va a ir madurando cada año y no que va a morir al año siguiente”, Meneses dijo a MILENIO.
Para lograrlo, la pareja está pidiendo donaciones de plantas. Específicamente, seis especies base que atraen polinizadores: agastache mexicana, salvia leucantha, salvia microphylla, cosmos bipinnatus, tigridia pavonia y dalia silvestre.
Las donaciones pueden ser entregadas directamente en el vivero, ubicado en el corazón de la capital, o en la casa hogar el día de la plantación que será el próximo sábado 19 de noviembre.
Con miras a concretar el proyecto, Paraíso Colibrí decidió donar una planta extra por cada compra adquirida en el vivero.
“En esta compra, cuando nos compran a nosotros, estamos dando una planta extra de la misma que ellos eligieron. Entonces, si compran una tendrán dos, si compran cinco tendrán 10. Es un compromiso que Paraíso Colibrí hizo para donar más plantas”, dijo Ramírez.
En el evento, en el cual habrá actividades culturales y científicas, también se requerirán de manos extras para plantar el jardín.
“Ven, ayúdanos a sembrar, ayúdanos a dar este espacio verde de polinizadores a los chicos de la casa hogar. La mano de obra es también una gran donación”, agregó.
Al transferir polen de una planta a otra, los polinizadores llevan a cabo la llamada fecundación cruzada, lo que permite la reproducción de la flora y producción de frutos.
“En los últimos cinco años se ha visto una disminución en todos estos organismos (...) El 80 por ciento de lo que consumimos requiere polinización”, dijo Rocío, una bióloga con maestría en polinizadores. “Por eso es que impulsamos este proyecto de conservación de polinizadores”.
ledz