Las diferencias entre vecinos, ya sea por ruido, invasión de cocheras, basura tirada o daños a inmuebles, se encuentran entre las principales causas de conflictos entre habitantes de la capital poblana.
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Conforme a datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) el 42.2 por ciento de los habitantes de 18 años y más, reveló que, durante el primer trimestre de 2023, tuvo al menos un conflicto o enfrentamiento directo por causas que alteraron su vida cotidiana, principalmente con quien habita en la casa aledaña.
La población que reconoció haber tenido algún tipo de enfrentamiento por incivilidades en su entorno, aumentó con relación al último trimestre del año pasado, cuando esta situación era de 33.6 por ciento.
De los habitantes que experimentó al menos un conflicto en el periodo de enero a marzo, 67.7 por ciento de los casos fueron directamente con sus vecinos, seguido de desconocidos en la calle con 32.1 por ciento.
La encuesta realizada por el instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) expuso que uno de los principales motivos de conflicto vecinal tiene que ver con el ruido, ya sea que uno de los habitantes haga uso de un martillo o taladro y con ello genere molestia a quien habita en la casa contigua; así como la música alta o fiestas.
Entre las situaciones que también generan problemas de convivencia se encuentran los casos por basura tirada o quemada en los jardines, cochera o áreas comunes; además de daños a la vivienda, la falta de control de los hijos de los vecinos a la hora de jugar con balones.
De igual forma, los conflictos se presentan por el tema del estacionamiento, ya sea por la obstrucción de una cochera, invasión de cajones o falta de espacio para colocar un vehículo.
Otro de las situaciones que pueden derivar en un enfrentamiento entre vecinos está relacionada con los animales domésticos, ya que sea porque a alguna de las partes involucradas siente molestia por los ladridos, ataques o desechos de las mascotas.
De los habitantes en la capital poblana que experimentaron alguna situación conflictiva en su vida cotidiana durante el primer trimestre del año, 77 por ciento de los casos tuvo alguna consecuencia. Gritos en primer lugar con el 38.1 por ciento; el diálogo o plática en segundo con el 30 por ciento y 23.5 por ciento experimentó insultos o groserías.
En menor medida, los problemas de convivencia derivaron en agresiones físicas, los cuales, se encuentran clasificados en empujones, pellizcos, golpes, hasta heridas con arma de fuego o arma blanca, así como daños materiales a casa o automóvil.
CHM