El covid-19 puso a prueba la creatividad de los poblanos para evitar algún contagio en casa. Algunos se confinaron en su hogar, pero aquellos con necesidad de salir a trabajar tuvieron que enfrentar al virus en la calle.
A inicios de la pandemia, el gobierno estatal decretó algunas medidas para romper la cadena de contagio y reducir la movilidad en los principales centros urbanos, como obligar al transporte público a circular al 50 por ciento de sus unidades, reducir el tiempo de circulación de taxis y vehículos ejecutivos y aplicar, por un mes, el programa “Hoy No Circula”.
En Puebla algunos echaron mano de vehículos particulares compartidos, otros siguieron usando el transporte público o hasta la bicicleta para trayectos cortos, sin embargo, hubo quienes optaron por otra herramienta de transporte económica, accesible, rápida y, sobre todo, libre de aglomeraciones: la motocicleta.
El último reporte que el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Historia (Inegi) hizo en el estado, con fecha en 2018, arrojó que había en circulación un total de 81 mil 361 motocicletas. Dicha cifra se triplicó en comparación con el estudio predecesor de 2007, donde se contabilizaron 21 mil 183.
A esto se suma que, según cifras de la Secretaría de Planeación y Finanzas (SPF) estatal, del 1 de agosto al 30 de noviembre de 2019, se expidieron un total de 5 mil 419 licencias de conducir para motociclistas, 5 mil 328 fijas y 91 provisionales.
Sin embargo, esta cifra repuntó 36 por ciento el año anterior, cuando el coronavirus se extendió por todo el territorio poblano.
Tan solo del 1 de diciembre de 2019 al 30 de noviembre de 2020 la SPF expidió 8 mil 325 licencias, 8 mil 193 fijas y 132 provisionales; sin embargo, hay que tomar en cuenta que durante los meses de abril, mayo, junio, julio y agosto, el servicio de expedición de licencias estuvo suspendido.
Y es que para muchos poblanos, la motocicleta se convirtió en una alternativa de traslado ante el hacinamiento que el sistema de transporte público representa; ante lo incosteable que es usar taxi todos los días y lo complicado que es adquirir un automóvil, nuevo o usado, por las condiciones económicas actuales.
Además, a comparación de un automóvil, una motocicleta representa menos gastos tanto en mantenimiento como en su legalización.
De acuerdo con el Paquete Económico para el 2021 de la SPF, un poblano con motocicleta nueva deberá destinar de mil 900 a 3 mil 455 pesos para cumplir con toda la documentación y circular por el estado sin contratiempos: 790 pesos (3 años), mil 165 pesos (5 años) y 2 mil 345 pesos (permanente) cuestan las licencias de conducir; son 175 pesos por concepto de control vehicular; otros 405 pesos para placas; y 530 pesos de la tarjeta de circulación.
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Las motos favoritas de los poblanos
Ante la contingencia sanitaria y la disminución de ingresos en el hogar derivado de la crisis económica que el covid-19 trajo consigo, las familias poblanas no pasaron desapercibida la opción de adquirir una motocicleta para trasladarse.
De acuerdo con el Inegi, en México circulan más de 4 millones 840 mil 823 motocicletas, pero durante 2020 las más vendidas, principalmente por su costo y por el uso que tendrán, fueron las Italika, Honda, Yamaha y Suzuki.
Lo anterior no discrepa de lo que la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) encontró en Puebla, donde las Yamaha son las motocicletas preferidas, seguida de Italika, Harley Davidson, KTM, Suzuki, Honda, Ducati, Kawasaki, Bajaj y BMW.
Sin embargo, hay otras marcas que también son del agrado de la gente en Puebla como: Vento, Indian Motorcycle, Triumph, Izuka y Dinamo.
De acuerdo con la AMIA, Italika se posicionó en 2020 como la marca favorita de los mexicanos, con el 70 por ciento de las compras; las firmas asiáticas Yamaha, Suzuki y Honda se llevan el 20 por ciento de las preferencias. El 10 por ciento se lo reparten el resto de marcas deportivas y de lujo que operan en el país.
Cabe señalar que a causa del confinamiento y el cierre de varias agencias, los poblanos también mudaron a plataformas digitales para adquirir una motocicleta, nueva o usada, pero que les permitiera viajar a su destino con sana distancia o para autoemplearse como repartidores de empresas como Rappi, Uber Eats y Didi Food, entre otros.
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José prefiere andar en moto que en camiones
MILENIO Puebla salió a las calles para preguntar a algunos usuarios de este medio de transporte el por qué preferían utilizar la motocicleta, con uno o dos acompañantes, sobre los camiones de uso público.
Es el caso de José Silva, que acompañado de su novia, compartió que prefiere recorrer la ciudad en su ‘caballo de acero’ que hacerlo en transporte público, porque habitualmente van llenos y la sana distancia no se respeta, lo cual incrementa la posibilidad de adquirir coronavirus.
“Yo he visto el transporte público atascado y sí noté un poco más de aumento en este tipo de vehículos desde la pandemia”.
Reconoció que usar un vehículo como este es más riesgoso en comparación a un automóvil, pero con la debida precaución, lo supera.
“Yo ando en moto desde hace ya 12 años, entonces a mí me gusta más movilizarme en moto en la ciudad, porque es un poco más rápido, más fácil poderme trasladar y porque me encanta la moto”.
José aseguró que sin importar a donde vaya, siempre lleva puesto su casco y, ahora, también el cubrebocas:
“Uno no sabe, no conoce bien el virus, entonces lo mejor que puedes hacer es andar en todos lados con el cubrebocas”.
Contrajeron el virus y ahora prefieren la moto
Edgar y Berenice Rangel son un matrimonio que tuvo la desdicha de contagiarse de coronavirus hace unos meses. Aunque tenían carro, de vez en cuando usaban el transporte público, pero la situación actual los hizo preferir la motocicleta.
Ellos la usan todos los días con sus hijos porque es más cómoda y más rápida, a diferencia del transporte público, donde “las unidades no son suficientes y por tiempo los mandados son más rápidos en moto. Priorizaríamos el uso de la motocicleta sobre el transporte público, es muchísimo más económico, no te arriesgas a que te asalten, mucho más rápido y práctico también”.
Vencieron satisfactoriamente al virus y ahora, por su seguridad y por su salud, no salen sin su casco y sin cubrebocas: “Lo traemos en todos lados: la mochila, en la cajuela, en la bolsa del pantalón”.
Carlos es doctor, atiende covid-19 y se traslada en motocicleta
Tras cargar gasolina junto a Rodrigo, su compañero de trabajo, el médico militar Carlos Rodríguez indicó a esta casa editorial que prefiere utilizar su moto que el transporte público.
Todos los días atiende casos de covid-19 en el Hospital Regional Militar de Puebla y, a su parecer, la motocicleta es más benéfica que un coche o el transporte colectivo, aunque tampoco recomienda su uso para trasladarse en familia porque considera que la mayoría no respeta al motociclista y éste tampoco tiene la suficiente precaución para manejar.
“Cuando manejas con alguien más se convierte en una bomba de tiempo, yo aunque manejo moto, sí estoy en contra de eso porque la gente no respeta al motociclista y la gente que apenas empieza a andar en moto piensa que los tiene que proteger porque se trata de un vehículo, la realidad no es así y por eso ocurren muchos accidentes”.
Él tiene 25 años de experiencia con este tipo de vehículos y nunca ha sufrido un accidente, pero sugirió a los primerizos no comprar una motocicleta como alternativa para circular en la nueva normalidad.
“Las motos hay que tenerles respeto y tienes que tener ya muchos años de experiencia en manejar auto, después pasarte a una moto y hay gente que a veces hace el esfuerzo de comprarse una moto para ahorrarse pasajes, pero es mal pronóstico”.
Eso sí, como alguien que ve casos de esta enfermedad todos los días, recomendó a la gente utilizar cubrebocas usen o no la motocicleta:
“Cuando estás tosiendo y tienes covid-19, el cubrebocas frena bastante la expresión de gotas de saliva para proteger a los demás, esa es la indicación del cubrebocas”.
mpl