En la zona metropolitana de Puebla, más de 800 mil personas realizan uno o más traslados al día, situación que refleja la necesidad de establecer mecanismos que mejoren la movilidad y la calidad de vida de las personas.
Octavio Flores Hidalgo, investigador de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), en su análisis “¿Puebla, una ciudad con movilidad integral?”, resalta que más de 50 por ciento de la población realiza sus traslados en transporte público; mientras que 20 por ciento utiliza automóviles de carácter privado.
Señaló que en la zona metropolitana de Puebla se enfrentan retos para implementar una movilidad integral: mejorar la vida de la ciudadanía, reducir la contaminación y mejorar la economía disminuyendo los tiempos de desplazamiento.
“Entre las principales zonas conflictivas para la movilidad de los poblanos se encuentra la Central de Abasto. Se trata una zona complicada que se amplía hasta el área de los estadios, al norte. Otro de los puntos complicados es el Centro Histórico que es un polvorín de problemas. El otro punto complejo es la zona de la Vía Atlixcáyotl y el Periférico se vuelve muy complicado en todas sus alimentaciones en diferentes horas del día”, apuntó.
La Zona Metropolitana de Puebla cuenta con una amplia extensión territorial y una reducida densidad, fenómenos que provoca complicaciones en los desplazamientos que se traducen en gastos para las familias, lo que se traduce en un deterioro de la calidad de vida.
“Alrededor de 20 por ciento del transporte es privado, cerca de 40 a 50 por ciento es transporte público. Nos estamos moviendo cerca de 800 mil personas al día, eso es terrible, esto implica un alto dinamismo tanto de quienes son de Puebla como de quienes habitan en la periferia y quienes vienen de otras ciudades. Es importante tener cuidado porque hay que hacer levantamiento de aforos”, apuntó.
De forma adicional, entre los municipios que forman parte de la zona metropolitana existen diferentes normas en materia de movilidad, situación que se traduce en desorden y complicaciones para la población.
Para el investigador, es fundamental que en la zona metropolitana de Puebla se ponga en marcha un esquema que permita una mejor articulación del transporte público y se garantice una movilidad segura y ágil.
“Tenemos una RUTA muy estructurada para la articulación y hemos generado más conflictos. Eso no habla bien de la visión de cómo se construye la movilidad. Tenemos que disminuir la movilidad motorizada y no lo estamos haciendo”, explicó el especialista.
Otro de los pendientes en la ciudad de Puebla son las banquetas, porque se requieren realizar análisis y adecuaciones para que las personas puedan realizar recorridos francos en espacios adecuados, añadió el especialista.
“Vamos las banquetas, ¿Su recorrido es franco, es libre? ¿Tienen las dimensiones adecuadas? ¿Están con la visión de orientación en la radiación correspondiente? ¿Cuál es el diagnóstico y cómo se pueden colocar los bolardos?”, resaltó.
CHM