Se acerca la Semana Santa, y el Estado de México cuenta con una diversidad de pueblos mágicos que te recibirán con los brazos abiertos para darte de las mejores experiencias en el país.
Al sureste del Estado, nos encontramos con Malinalco, lugar turístico conocido entre los mexiquenses por sus construcciones como la Zona Arqueológica de Cuauhtinchán, el Santuario de Chalma, el Ex Convento Agustino, y el Museo Universitario Luis Mario Schneider. Además, podrás degustar platillos como la trucha, el tamal extendido, el “pan borracho”, y sus deliciosas nieves; y si lo deseas, puedes adquirir artesanías como su mezcal, o piezas talladas en madera.
Aunque, si prefieres la naturaleza, puedes elegir Tonatico y sus famosas “Grutas de la Estrella” o, por el contrario, visitar su Salto de Tzumpantitlán, en el Parque del Sol; también te recomendamos el Parque Ecoturístico Niltze, o el Santuario de “Nuestra Señora de Tonatico”.
Si gustas de más diversión acuática, puedes pasarte por Ixtapan de la Sal, en donde tenemos el Balneario Municipal “El Bañito” y su Parque Acuático Ixtapan, con antojos como las ancas de rana, los dulces de pepitas y el “pepeto”.
Por el noreste, nos podemos topar con maravillas como Teotihuacán, donde podrás visitar su Zona Arqueológica, participar en sus talleres de obsidiana, tomar un vuelo en globo, o disfrutar de los temazcales. Ahí, su gastronomía destaca con alimentos prehispánicos derivados del ‘xoconostle’, la tuna y el nopal.
De igual forma, por las tierras de Tepotzotlán, te encontrarás con artesanías de cartonería y lugares como el Museo Nacional del Virreinato, la Parroquia de San Pedro, la Plaza de la Cruz y el Parque Ecoturístico “Arcos del Sitio”.
Si visitamos el oeste de la entidad, Valle de Bravo destaca por sus actividades acuáticas que se pueden realizar en la Presa de Valle de Bravo, o incluso, visitar su Cascada Velo de Novia, las Estupas Tibetanas de Meditación, la Casa de la Oración Maranatha, o el Parque Monte Alto con sus diversas actividades. Como antojos, te podrás encontrar con diferentes preparaciones de alcachofas, “campechanas”, y esquites con camarones; y si quieres comprar alguna artesanía, puedes encontrar algunos textiles deshilados y cerámica de alta temperatura.
Ya en el centro del Estado de México, y junto a su capital, puedes visitar Metepec, donde te recomendamos: la Iglesia del Calvario, su conocido mercado artesanal, la Plaza Juárez y su Fuente de la Tlanchana, o pasearte por el Museo del Barro, pero sobre todo probar su famosa “Garañona”.
Justo al noroeste puedes visitar El Oro y su Teatro Juárez, el Palacio Municipal, su Presa Brockman, el Socavón San Juan y su Tiro Norte, con gastronomía como sus enchiladas mineras, su licor La Chiva, sus mermeladas de frutos y sus bolillos de amasijo.
Si nos vamos para el norte, te encontrarás con Villa del Carbón, donde tenemos: la Presa del Llano, la Presa Taxhimay, la Iglesia de la Virgen de la Peña de Francia, el Cerro de la Bufa, donde podrás hacer rappel o escalada. También puedes participar en talleres de artículos de piel y probar sus truchas, barbacoa y rompopes.
Como última recomendación tenemos a Aculco, que te puede sorprender con su Cascada de la Concepción, su Cascada de Tixhiñu, sus lavadores públicos municipales, y su Parroquia y Ex Convento de San Jerónimo, en donde probaras sus famosos quesos y enchiladas aculquenses.
JGM