El Golfo de México enfrenta la presencia del Potencial Ciclón Tropical Uno que nació en Centroamérica, pasa por la región de la Península y se dirige hacia Veracruz, Tamaulipas y Nuevo León.
Las condiciones climáticas de los últimos días han provocado desbordamientos e inundaciones en los límites de Chiapas por las fuertes lluvias de la temporada y otros países centroamericanos; sin embargo, este fenómeno no ha sido catalogado como una tormenta ni mucho menos como huracán.
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De acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) se prevé que este ciclón evolucione a una tormenta tropical, ya nombrada Alberto, en las próximas horas, sin descartar que éste pueda todavía aumentar su intensidad.
Éstas son las advertencias del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos:
¿Qué pasa si la intensidad de una tormenta tropical aumenta?
De acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), si este ciclón evoluciona a una tormenta tropical, durante las siguientes horas ésta podría redefinirse como una depresión tropical o un huracán.
En caso de que los vientos disminuyan a 62 kilómetros por hora, o menos, el ciclón descenderá a una depresión tropical y podría desaparecer antes de tocar tierra.
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Sin embargo, si la velocidad de las ráfagas de viento se mantienen entre 63 y 118 km/h y, posteriormente superan esta marca, será definido como un huracán categoría 1 que podría continuar aumentando su intensidad.
Los huracanes acostumbran dejar inundaciones, desborde de ríos y presas, desplome de estructuras, ruptura de ventanas y afectaciones severas a embarcaciones, domicilios y la infraestructura eléctrica.
Tras el paso de un huracán es común que haya un alto número de heridos, muertos y desaparecidos.
Temen que el Potencial Ciclón Uno evolucione a un huracán:
aag