Junto a la larga fila para realizarse una prueba de covid-19 en la Unidad de Medicina Familiar Número 28 "Gabriel Mancera", se encuentra otra para las personas que ya dieron positivo al virus y que buscan tramitar su incapacidad, allí se encontraba, Laura, una enfermera de Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que el pasado fin de semana resultó contagiada en su centro de trabajo.
Acudió a esa Unidad porque en la burocracia de la institución médica no hay excepción. Ella, como todos los derechohabientes, tiene que hacer sus trámites en la clínica que le corresponde y aguantarse bajo el rayo del sol, la fiebre y el dolor corporal, a la espera de que la atiendan.
En plena fila conversó con MILENIO y explicó que en el hospital donde labora hay un rebrote entre los trabajadores, pero que "nadie hace nada", por lo que intuye que tendrán que volver a contratar personal de salud externo porque los casos van al alza.
Sin señalamientos que adviertan del riesgo, ni alguna autoridad de la Unidad Médica que solicite el cumplimiento de las medidas sanitarias; sospechosos y confirmados tienen contacto para compartirse la poca información entre ellos mismos, por lo que, si alguien con síntomas no es positivo, corre peligro de serlo sólo con preguntar dónde formarse.
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En ese hospital localizado en la Colonia del Valle, en la alcaldía Benito Juárez, este medio confirmó que la espera para realizarse la prueba es hasta de ocho horas, y para recibir el resultado, por lo menos, una más.
El equipo de MILENIO llegó a las 10:38 horas, se formó y salió a las 19:52 horas; en un sondeo, corroboró que había personas con múltiples malestares; mientras que a los asintomáticos se les negaba la prueba.
Así sucedió con René García, quien a pesar de no sentirse mal, convivió con un caso positivo y quiere descartar el riesgo. "Siendo responsable quiero ver si también soy positivo o no, descartarlo, me acerqué a un centro de salud y me salen con que de 8 a 11 solamente las fichas… fuera de eso no hay ficha para que te mueras ni te enfermes", criticó molesto.
Lo mismo ocurrió con Bryan de 22 años, su mamá dio positivo y para seguir trabajando le dicen que debe presentar su certificado negativo, pero en los lugares a los que ha ido le dicen que "si no se está muriendo, no lo van a atender", aseguró.
"Parece que de aquí no vamos a salir hoy", apuntó por su parte Guillermina, de 72 años, quien fue a hacerse la prueba junto con su esposo que manifiesta síntomas, porque el domingo, su hijo, con quien viven, dio positivo. Dijo haber estado internada mes y medio por contraer el virus, y que a la fecha no ha dejado de requerir oxígeno. "Tengo mucho miedo de volver a estar en ese lugar", reconoció.
AMP