La sequía de este año 2024 ha traído consigo pérdidas millonarias en el sector ganadero. Algunas personas que se dedican a esta actividad incluso han pensado en abandonarla por el bien de sus familias.
El panorama para este sector ha pasado de lo desolador a lo dramático ya que se han generalizado desesperadas acciones por parte de los pequeños ganaderos, que ven como sus reses enflacan drásticamente y terminan por malbaratarlas a fin de rescatar por lo menos un poco de dinero, en otros casos la sacrifican para el autoconsumo, pero en todas las situaciones, todo se traduce en pérdidas.
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Eduardo Pulido, productor de la zona de la vía corta en Tampico Alto, mencionó que desde hace meses la falta de lluvias ha disminuido considerablemente las fuentes de agua y pastos necesarios para lograr que sobreviva el ganado.
Dijo que ya son más de 8 años de sequías que se han ido empatando, sin embargo lo que se vive durante estos meses es algo catastrófico nada parecido a décadas anteriores.
Agregó que todos los productores se enfrentan a una situación similar, están sin dinero, no cuentan con programas emergentes, no hay apoyo para comprar pastura, pero sobre todo las precipitaciones no llegan, están prácticamente en manos de Dios ya que si las lluvias no se registran la mortadad masiva de las reses seguirá y será un panorama devastador en toda la región.
Manifestó con tristeza que la ganadería es un estilo de vida, incluso heredado desde los abuelos y eso es lo que les ha permitido sacar generaciones adelante, sin embargo actualmente ya no es negocio cada vez hay más inversión para sacar adelante a una res de engorda, hacer o lograr producción lechera y al final del balance es más lo que pierden que lo que se ganan.
SJHN