Este 8 de marzo el video una tanqueta de agua para reprimir una marcha feminista organizada en la capital de Tlaxcala se viralizó en redes sociales, poniendo en evidencia una problemática que desde hace un año han denunciado las colectivas feministas de la entidad: la criminalización de la protesta de mujeres.
Y aunque esta fue la primera vez que se usó este mecanismo de contención en las marchas, desde el año pasado las mujeres denunciaron la presencia de grupos antimotines, así como el uso gas lacrimógeno para dispersar a las manifestantes.
"Los policías salieron de todos lados, no había manera de salir, hubo mucho caos, los elementos se atrevieron a golpearnos, jalarnos y empujarnos a todas las mujeres que se encontraban en su camino e incluso llegaron a gritarnos que por eso nos mataban", contó a MILENIO el colectivo Mujeres Organizadas de Tlaxcala.
Cabe mencionar que en ambas ocasiones el gobierno de Tlaxcala ha emitido posicionamiento en donde asegura que lo ocurrido no son actos de represión, sino de contención para evitar actos vandálicos o de violencia; sin embargo, en febrero, la Comisión Estatal de Derechos Humanos buscó garantizar el libre derecho de las mujeres a la protesta, esto ya que durante la marcha del 2022 hubo violaciones a los derechos de las manifestantes.
En Tlaxcala la marcha de este año fue la tercera que se organizó en la entidad, ya que como en muchos estados, pese a que la violencia de género lleva años ocurriendo, el movimiento organizado de mujeres apenas está tomando valor para exigir desde las calles sus derechos.
Por eso quienes han decidido salir a marchar lamentan la respuesta que han tenido de parte del gobierno quiénes se han encargado de silenciarlas y criminalizarlas por alzar la voz.
"Es muy difícil porque sabes que te vas a exponer a este tipo de trato, a este tipo de re victimización, a que la gente se burle de ti, porque no solamente es cuestión de las autoridades... lamentablemente es una respuesta de represión total y de por sí es un peligro ser mujer en México, ahora es peor en estas fechas", lamentó una de las asistentes a la movilización de este año en la capital tlaxcalteca.
Desde la llegada de la gobernadora Lorena Cuéllar las activistas aseguran no sentirse respaldadas; incluso el pasado 22 de febrero, el gobierno de Tlaxcala publicó un manifiesto en favor del patrimonio cultural en donde hicieron un llamado a que durante las movilizaciones de esa fecha no dañaran los monumentos históricos, esto argumentando que son parte de la historia de la entidad.
"En congruencia debemos alcanzar la seguridad de la justicia para todas y para todos, en pleno disfrute de nuestros derechos libres de toda violencia, incluyendo los culturales consagrados en la Constitución Federal", precisó el manifiesto.
Posterior a este comunicado, en las calles del centro de Tlaxcala los monumentos y recintos históricos fueron cubiertos con vallas, las cuales durante la marcha se llenaron de pintas en donde se leía la petición de las mujeres para poner un fin a la violencia y atender con celeridad los feminicidios y desapariciones en la entidad.
"Creemos que el gobierno no ha reconocido abiertamente todavía que no tiene las capacidades, humanas ni económicas ni sociales, en primera para visibilizar los niveles de violencia que hay en el estado, y en segunda para atacarlos", precisó uno de los colectivos que se manifestó ese día.
Actualmente, Tlaxcala no es una de las entidades con mayor número de casos de violencia de género a nivel nacional, pero para quienes viven en esta entidad es urgente hacerle frente a los delitos contra mujeres y evitar las campañas de simulación que aseguran existen con la actual administración y solo retrasan el acceso a la justicia.
EHR