Adolfo Huerta Alemán, mejor conocido como “Padre Gofo”, falleció la noche del pasado domingo por diversas complicaciones en su salud, entre ellas secuelas del covid-19, informó la Diócesis de Saltillo; sus restos serán cremados este lunes aunque se aclaró que es la familia del sacerdote la que decidirá sobre el particular.
El cura cobró fama debido a las declaraciones que virtió en varias ocasiones a medios de comunicación locales y nacionales, en que hablaba sobre sexo y al hecho de que su fe no se basaba en la existencia de Dios.
Esto le valió que luego de una solicitud de la Congregación para el Clero, el Vaticano determinara que dejara de ejercer públicamente por un período de 6 meses en el año 2013.
Sin embargo, también se le recuerda por el trabajo social que realizó en apoyo a familiares de personas desaparecidas, mujeres que ejercían la prostitución, migrantes y sectores marginados de la iglesia católica como la comunidad LGBTTI+.
Así, este martes organizaciones como la Casa del Migrante de Saltillo y el Centro para los Derechos Humanos Fray Juan de Larios, celebraron su vida y reconocieron su apoyo a la causa que representan, subrayando su amor por el prójimo y en especial por quienes más requerían de la atención de la Iglesia Católica.
El Obispo Emérito Fray Raúl Vera López, definió al Padre Gofo como incomprendido, pero al que le interesaba estar cerca de la gente, “y que toda su vida aceptó los riesgos que eso lleva consigo, incluyendo el de no ser comprendido muchas veces, ya que su interés por quienes están lejos, lleva consigo el romper esquemas estereotipados de lo que debe ser un seminarista o sacerdote, ante la mentalidad de muchos miembros de la Iglesia Católica”.
Asegura que nunca se defendió, ni intentó justificar nada, sencillamente su apertura al diálogo lo llevaba a expresar sus puntos de vista “con quienes mostraban su preocupación pastoral por personas que a muchas otras personas católicas, ministros o no, ni les interesan”.
Adolfo Huerta Alemán falleció a los 44 años de edad, y entre otras causas del deceso estuvieron edema agudo de pulmón, secuela de covid-19 de un mes; enfermedad renal crónica en hemodiálisis de un año; diabetes mellitus tipo 2 de 10 años, e hipertensión arterial de 10 años.
Fue ordenado sacerdote en 2007 por Monseñor Raúl Vera, Vicario Pastoral del templo de Nuestra Señora de Atocha en Saltillo; Rector del Templo de Nuestra Señora del Refugio en la misma ciudad, del que posteriormente fue Párroco; al momento de su fallecimiento se encontraba en la Casa del Sacerdote, debido a los problemas de salud que venía presentando desde hacía tiempo atrás.
El deceso ocurrió el domingo, y este lunes 23 se celebraría una misa de exequias en su memoria, por parte de miembros del presbiterio en la diócesis local.
EGO