Una de las principales cortinas de aire y pulmón de oxígeno para los sampetrinos, los Pinabetes que están en fila sobre la carretera San Pedro - La Cuchilla, volvió a cobrar vida con las recientes lluvias que se registraron en el municipio.
Estos enormes árboles que han sobrevivido por décadas, estaban opacos, tierrosos y decaídos, pero el agua que cayó del cielo los volvió a la vida y ahora se puede ver un panorama verde en esta vía de comunicación que es muy transitada, ya que es entrada a la ciudad de San Pedro.
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Estos gigantes han soportado las sofocantes temperaturas, los fuertes vientos, tormentas, y hasta trombas. Las ramas de los más viejos han caído, pero no sus raíces, y siguen fuertes y brindando sombra y oxígeno a las y los sampetrinos tanto de comunidades rurales aledañas como a los citadinos.
Esta cortina de árboles está desde la salida de la ciudad hasta el ejido Frontera, en la parte baja del municipio. Los sampetrinos más longevos mencionan que son una bendición, ya que los protegen de las tolvaneras, de la suciedad que lleva el aire al ser un purificador natural.
Lamentablemente, estos árboles han sido contaminados con basura en algunos sectores y lo más alertante, los está alcanzando la urbanización, ya que a las orillas de esta carretera, ya hay personas que están construyendo y, tienen que talar los árboles que se ubican en sus terrenos.
Comentan que si se sigue construyendo, esta cortina podría desaparecer y sería lo más lamentable para los sampetrinos.
DAED