San Pedro Itzicán es una localidad del municipio ribereño de Poncitlán, Jalisco. Con tan solo 5 mil 199 habitantes y, de acuerdo con el Sistema de Datos Renales de Estados Unidos, es la población con la tasa más alta del mundo de enfermos renales.
Ahí, cada calle, casa y familia conoce por lo menos a una persona con enfermedad renal. Los pobladores saben que en San Pedro la gente lucha contra este padecimiento durante años, y en la mayoría de los casos muere a causa del mismo.
Hace 17 años, Aracely Solano perdió a su hija, de dos años, por esta enfermedad: “Y no, desgraciadamente no alcanzó a que se dializara por la edad que ella tenía. A pesar de que ya tiene 17 años de fallecida no lo supero. No es fácil”, relató.
El año pasado, el hijo de María murió a los 23 años por la misma razón: “Él salía a trabajar fuera de aquí y me dijo: ‘Oyes amá, yo no sé qué tengo, me mareo, me desmayo. Yo solito me revivo’. Mejor lo llevé a los análisis y me dijeron que ya estaba avanzado de los riñones”, narró.
Jalisco ocupa el séptimo lugar a escala nacional en defunciones por enfermedad renal crónica, con una tasa de mortalidad de 8.61 por cada 100 mil habitantes, de acuerdo con la Secretaría de Salud estatal.
Pero, también hay testimonios vivos de personas que llevan incluso una década con la enfermedad, como el caso de Juana, quien a sus 24 años ha estado la mitad de su vida enferma.
Su proceso no ha sido fácil, a los 16 años su hermana le donó un riñón, pero su cuerpo lo rechazó a los siete meses, por lo que tuvo que volver a la hemodiálisis.
Población vulnerable
Los poncitlenses de 5 a 25 años son los más afectados por este padecimiento. Las generaciones más jóvenes están muriendo.
Felipe Lozano Kastens, profesor investigador de la Universidad de Guadalajara, explicó que “este daño renal no existe ni en la primera generación ni en la segunda generación viva, sino en la tercera, o sea, los nietos. Esta enfermedad no se había visto ni en los padres ni en los abuelos, se ve en esta generación actual”.
La laguna de Chapala es parte importante del estilo de vida de los pobladores, desde hace décadas ellos conviven todos los días con el agua de esta cuenca.
El investigador del Departamento de Salud Pública del Centro Universitario de Ciencias de la Salud ha estudiado de cerca a los pobladores durante cuatro años, y afirma que el estilo de vida es el mismo, pero la contaminación es muy diferente: “Ellos juegan en el agua, lavan la ropa en el agua, riegan los chayotes con el agua y el uso de los pesticidas que ellos no tienen muy claro cómo usarlos, los guardan dentro de la casa. Todo mundo trae pesticidas en la orina, pero ellos traen más todavía”, precisó.
Lozano Kastens realizó pruebas de orina y sangre a los pobladores y detectó la presencia de pesticidas y metales pesados como mercurio y tungsteno, este último es utilizado por las industrias. “Es un metal que no existe en México, pero que no se ha reportado como tóxico. Ese metal es para producir herramienta de corte, para producir blindados, alas de avión, se funde a 3 mil y pico grados, entonces hay metales que no debían tener, hay pesticidas que no debían tener”, señaló.
De los 10 mil 685 hogares que hay en Poncitlán, 637 no disponen de agua entubada de la red pública y 349 no tienen drenaje. De acuerdo con el Coneval, hay 22 viviendas que no tienen agua entubada de la red pública, en Mezcala suman 20 y en Agua Caliente se contabilizan 50.
Ante la imperiosa necesidad de tener acceso al agua potable, se crearon dos pozos de abastecimiento, pero Enrique Lira, comunitario socioambiental de la Confederación Nacional de Militares y Profesionistas General Marcelino García Barragán, señaló que en un estudio que hizo el laboratorio K.Prime Inc., de Estados Unidos, en la laguna y los pozos de abastecimiento se detectó la presencia de 10 metales pesados.
Pero, ¿por qué si todos los municipios de la ribera tienen contacto directo con la laguna de Chapala, Poncitlán es el más afectado?, se le preguntó al especialista: “Agua contaminada en la red pública, la hay en 90 municipios de Jalisco, pero el peor es Poncitlán. La segunda causa es falta de saneamiento en aguas residuales, lo hay en toda la cuenca, pero el peor municipio es Poncitlán”.
La pobreza de las comunidades también ha jugado un papel importante: “Está asociada a muchas enfermedades y esa gente parece el México de los cincuentas, hay mucha pobreza y hay gente que come dos veces al día, hay niños que se van al escuela sin probar nada”, aseguró Lozano Kastens.
Además, trae consigo consecuencias como la desnutrición. De acuerdo con las investigaciones realizadas por el especialista de la casa de estudios, de cada 70 niños poncitlenses, 60 por ciento padece de desnutrición. El jefe del Departamento de Nefrología del Hospital General de Occidente, Héctor Enrique García Bejarano, también coincide en que la alimentación los vuelve más vulnerables ante los padecimientos renales: “Lo que se ha visto en esa región es que los factores son multifactoriales porque entran también los factores tipo sociales, la pobreza extrema en la que están, la falta cultural, la alimentación, algunos factores genéticos que se dan en esa zona”, dijo.
Más de 100 quejas ante la CEDHJ
La Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco acumula más de 100 quejas de los pobladores de San Pedro Itzicán, Mezcala y Agua Caliente por violación al derecho a la salud y al desarrollo.
Aldo Iván Reynoso, tercer visitador general de la comisión, explicó que estas quejas derivaron en una propuesta de conciliación, dos actas de investigación y una macrorrecomendación el 29 de enero de 2018, dirigida a la Secretaría de Salud, a la Comisión Estatal del Agua, al ayuntamiento de Poncitlán y a la Secretaría de Asistencia Social para que de manera coordinada implementaran acciones de detección, prevención y tratamiento.