La plaga del sargazo marcó un repunte en las costas del Caribe mexicano e inundó varias playas, por lo que el gobierno de Quintana Roo reforzó protocolos para evitar que la macroalga impacte en su turismo.
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Este inicio de marzo se vio marcado por la llegada de más sargazo a las playas del Caribe mexicano, donde hay importantes playas como Cancún o Playa del Carmen.
El sargazo es una macroalga de color pardo o verde oscuro, que vive en los mares y se desplaza movida por las corrientes de los océanos.
Si las condiciones para su crecimiento son óptimas, en menos de veinte días duplica su biomasa (como está sucediendo), ya que tiene la facilidad de crecer muy rápido.
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Las autoridades estiman que se destinarán al menos 50 millones de dólares -entre lo ya gastado en 2018 y lo previsto para este 2019- para acabar con la plaga.
La campaña incluye equipo con maquinaria y barcazas especiales para recoger el alga en el mar, camiones ligeros para transportar el sargazo capturado a los sitios de depósito, así como barreras de contención.
Recientemente, el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, afirmó que el estado no cuenta con presupuesto federal para enfrentar dicho problema, que estima un gasto de 800 millones de pesos, por lo que consideraría disponer de los recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden).
Además, en días pasados se llevó a cabo una reunión del llamado Protocolo de Puerto Morelos, que se formó desde 2014 cuando el problema por la acumulación masiva de estas algas comenzó a crecer de manera exponencial.
En este simposio se planteó como alternativa industrializar el sargazo para usarlo como material industrial.
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Este incluso serviría para la elaboración de los ejes transversales de las vías -los llamados durmientes- del Tren Maya, una de las grandes obras de infraestructura anunciada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En 2018, el sargazo llegó en enormes cantidades a las playas del Caribe mexicano, en un hecho inusual que, no obstante, se espera también para el presente 2019.
RLO