"Se sufre en el camino, pero no será para siempre": Migrante

Con un mes de viaje, Enrique Josué de 29 años, quien salió de Honduras para llegar a México, destacó que dejó su país junto a su familia para mejorar su futuro.

En su natal Honduras, Josué se dedicaba a ser albañil. (Luis Alberto López)
Luis Alberto López García
Saltillo, Coahuila /

Enrique Josué Mena Ortega tiene 29 años, pero su semblante es el de una persona de mayor edad, pues afirma que la vida en su país natal no es la mejor y para escapar de la inseguridad y pobreza decidió junto con su familia unirse la caravana migrante que desde hace unas horas llegó a Saltillo.

El hondureño viaja acompañado de su esposa que tiene la misma edad y su hijo de seis años, quien dice es uno de los principales motivos por el que tomaron la decisión de abandonar la tierra que los vio nacer. 

“Mi vida mejor es un futuro para mi hijo pequeño y para que estudie, pues a la edad de 13 años los andan metiendo a las pandillas y al consumo de drogas”.

En Honduras se desempeñaba como albañil y recuerda que un día cuando llegó a su casa tras la jornada laboral vio las noticias, supo de la caravana y decidió sumarse

“Miré en las noticias que se estaba formando la caravana y le dije a mi esposa: ‘vámonos’. Se sufre un poquito en el camino, pero no va ser en vano la lucha”.

MIEDO 

Afirma que hay temor tanto en su familia como en el resto de los que viajan en tráilers abiertos ante temperaturas extremas, sin embargo no había de otra y hasta el momento todos han corrido con suerte.

“Venimos por un futuro mejor y algo bueno porque en nuestro país tenemos mucha delincuencia, un mal presidente, no hay trabajo, todo está caro y en vez de que el empleo aumente le bajan”

Agradece la solidaridad de la gente porque a diferencia de lo que pasaron en Tapachula, Puebla, Querétaro y la Ciudad de México el trato ha sido bueno. Prueba de esa gratitud es que cada cada vez que llegan a una ciudad que les da asilo exclaman: ¡Qué viva México!

“Nosotros salimos en diciembre y tenemos un mes de viaje, nos ha ido bien gracias a Dios y nos han atendido bien”.

Confía en que les irá bien y podrán pasar a Estados Unidos. Por lo pronto permanecen en Saltillo en espera de que este lunes puedan partir con rumbo a Piedras Negras. 

“No sabemos si al dormir nos podemos caer o si nuestros niños se nos pueden enfermar. Lo primordial es que Dios nos abra las puertas del camino”.

UN ESPACIO PARA NIÑOS

Una imagen que salta a la vista, es el albergue montado por las autoridades locales en el Centro de Oficinas y Almacenamiento Gubernamental es la de los niños jugando. 

Esta mañana, del grupo de 158 migrantes que llegaron una noche anterior, siete pequeños improvisaron una cancha de futbol.

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