“Si pudiera regresar el tiempo, volvería a ser policía”: Silvia Domínguez Alcántara

Aunque la cultura machista sigue arraigada en México, hay mujeres que han logrado remar contra la corriente y abrirse camino para desempeñar cualquier función. Es el caso de Silvia Domínguez Alcántara, quien desde los 16 años está en las filas de Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM) y hoy es jefa de Servicios del Agrupamiento Femenil de Fuerzas Especiales, cargo que desempeña con orgullo y responsabilidad.

Debido a la recomendación de un amigo, hace 27 años Silvia se acercó al Colegio de Policía, en Almoloya de Juárez, en busca de una oportunidad laboral. “Cuando ingresé no tenía vocación, realmente no sabía cuál iba a ser la función que iba a desempeñar, mucho menos imaginaba que iba a significar para mí ser policía”.

Sin embargo, después de haber pasado un curso de formación inicial de seis meses, desempeñar diversas actividades operativas y administrativas, y portar el informe, supo que había tomado la mejor decisión de su vida. “Cuando empiezas a ponerte el uniforme, a ser parte de las filas, a compartir con los compañeros, a tener vivencias operativas en la calle y empiezas a ayudar a la gente porque puedes hacer algo por la ciudadanía; comienzas a enamorarte del uniforme, del trabajo y le agarras cariño”.

Si bien todavía hay una cultura machista, su fuerte carácter y su orgullo de ser policía le ha permitido avanzar sin contratiempos, sin que el género haya sido una barrera para llegar a donde hoy se encuentra. “Jamás tuve algo que me afectara o me inhibiera en la función de mi trabajo por ser mujer... No es fácil, sí vivimos en una cultura que todavía está marcada por el machismo, pero tampoco es imposible”.

Gratas experiencias

En 27 años de carrera, Silvia ha vivido un sinfín de experiencias, una de ellas y que le dejó un grato recuerdo ocurrió hace tres años, cuando se desempeñaba como jefa Servicios del Agrupamiento Malinalco-Chalco, ya que brindó apoyo a una mujer en labor de parto. “Iba haciendo recorrido y una persona en moto nos tocó la ventana y nos dijo que había una persona en labor de parto, que si podíamos ayudar”.

Debido a que era un día de festividad por las peregrinaciones, avanzar en la patrulla era imposible ante la emergencia, por lo que pidió al motociclista llevarla hasta donde se encontraba una mujer indígena de la comunidad mazahua, quien había entrado en labor de parto. Y la ayudó. “Tuve la oportunidad de recibir a una persona en mis manos... ya verlo y entregarlo llorando con su madre es una satisfacción que no tiene vuelta de hoja”, aseguró.

Ser policía no es fácil

Silvia sabe que ser parte de las fuerzas no es fácil, mucho menos para una mujer; en la calle se enfrentan a muchos riesgos, pero por convicción están ahí para ayudar.

“Como elementos de seguridad pública nunca sabes con qué te vas a topar en el día, igual y rescatar gente que está en una situación de inundación, que quedó atrapada, o también te toca rescatar a alguien que fue atropellado”.

De acuerdo con la SSEM, la corporación cuenta con 6 mil 897 mujeres en sus filas, de las cuales 102 pertenecen al Agrupamiento Femenil de Fuerzas Especiales, quienes cada día salen para contribuir a la paz y tranquilidad de los mexiquenses

MAM