En Michoacán no deja de temblar, cada día se ha cimbrado la tierra lo que ha complicado la recuperación de dos de los municipios más afectados: Aquila y Coahuayana. Suman más de mil 500 réplicas. El terremoto del 19 de septiembre dejó sin casa a muchos habitantes de la zona costera de Michoacán, como la señora Guadalupe Cruz, que vio cómo la casa de su hija casi aplasta a sus dos hijos y un nieto.
"Ahí estaban los dos y uno de ellos el más chiquito se aventó y cayó afuerita, yo fui y lo recogí; al tiempo que yo lo recogí todo eso cayó, esos pedazos que ve ahí cayeron y pum se vino la casa abajo. Los tres estaban adentro, dos salieron de inmediato y el más chico quedó ahí, quedó parado y pues brincó, no podía el niño con el movimiento, no podía, tuvo que aventarse ahí", narró con lágrimas en los ojos.
La caída de su casa le dejó un trauma que difícilmente superará ella y sus niños, reconoce que tal vez necesiten tratamiento psicológico.
"Les preguntó a mis niños cómo se sienten, pero pues ellos son niños, se ponen a jugar pero de repente se sienta mi niño en la silla y se queda pensando y me dice: ‘quiero llorar’, ¿por qué quiere llorar?, le pregunto. ‘Porque el país se movió’, ¡no llores!, le digo, ya pasó eso y no les pasó nada, y siguen jugando y al rato el más chiquito me dice: ‘mami como que yo quiero llorar’, ¿por qué?, le digo, ‘porque yo me iba a quedar adentro’".
En Aquila han reportado más de mil 500 viviendas afectadas por lo que el municipio ha solicitado la declaratoria de emergencia. Mientras tanto, en Coahuayana, municipio vecino, la situación no es diferente y los habitantes viven con miedo pensando en un nuevo temblor, al grado que no quieren entrar a sus negocios o casas.
—"Como no ha dejado de temblar no sabemos si se puede venir otro más grande o irán a ser más calmados, no sabemos qué irá a pasar"—¿Por eso ahora ya están afuera de los negocios?
—"Pues sí, ya nada más nos metemos a veces que llega una persona a despachar y se sale uno para afuera", explicó Celsa Cervantes, dueña de tres accesorias, de la cual una quedó totalmente destrozada.
En ese mismo municipio, en la comunidad de San Vicente una parte de la casa de Ana Gabriela colapsó y dejó dos camionetas aplastadas y daños estructurales graves. Coincide con la mayoría en agradecer estar viva ella y su familia, pero mira con tristeza su patrimonio en ruinas.
"Cuándo corrí no sabía ni pa’ dónde, ya cuando miré, las bardas se empezaron a caer todas y por ahí nos brincamos. Las camionetas quedaron ahí, la Toyota azul es de nosotros y la blanca es de mi suegro, la blanca es una Cheyenne quedó como tortilla, quedó bien aplastada"
En Boca de Apiza, comunidad costera de Coahuayana ya se realiza un censo por parte de la Secretaría de Bienestar, pero sus habitantes piden acelerar algún apoyo, pues algunos no tienen en donde vivir, es el caso de Modesto Díaz, quien se dedica a la pesca.
El techo de su vivienda se desplomó por completo dejando inservible casi todos sus muebles y enceres domésticos. El dolor de perder su patrimonio de muchos michoacanos sigue a flor de piel.
—"Todo lo de la vida se fue"—¿Qué le han dicho las autoridades?
—Pues ya sabe cómo son los políticos, prometen pero nunca, hasta ahí la dejamos, no quiero hablar ya", relató Modesto con voz entrecortada.
En Coahuayana hasta algunas mascotas resultaron heridas, como el perrito "Alambre" que fue salvado entre los escombros y vendado de una patita por sus dueños.
Tras el sismo, el gobierno de Colima confirmó que una bebé de 5 meses es la tercera víctima mortal en la entidad, del sismo de magnitud 7.7 del pasado 19 de septiembre, pues falleció la noche de este miércoles en un hospital de la ciudad de Guadalajara, Jalisco.
La pequeña, junto con su hermano de ocho años de edad, y su mamá, de 21 años, sufrieron la explosión de un cilindro de gas en su casa en Tecomán, Colima, lo que les provocó quemaduras graves. Ambos familiares de la bebé se mantienen graves.
dr