Jaiba, símbolo de Tampico que ya no producen

El producto marino por excelencia de la ciudad es traido de ciudades como el Distrito Federal, Saladero y áreas del Pacífico, ya que el tamaño es ideal para su venta.

Las jaibas rellenas es un platillo que se sirve con producto que no es originario de Tampico.
Jesús Alberto García
Tampico /

Lugares como Saladero, Veracruz; Morón, en Aldama; el Distrito Federal y algunos puntos del Pacífico, han ido desplazando a Tampico como Puerto Jaibo, mismo que se ganó por producir crustáceo de mayor calidad y tamaño, lo que viene a resumir que dicho mote “le quede grande” a la ciudad.

Guillermo Enrique Loredo Soto, quien fue propietario y chef del restaurante “Fundadores de Loredo”, explicó  en declaraciones pasadas, que la jaiba era sin duda uno de los “símbolos más importantes de la gastronomía de nuestra zona desde hace décadas”.

Sin embargo, detalló, el problema que tenían que enfrentar durante años, tanto los restauranteros como los pescadores, es encontrar jaiba de buen tamaño y sabor, pues la jaiba de Tampico es muy pequeña y solo sirve para extraer su pulpa.
¿Has probado la Jaiba a la Frank, platillo típico de Tampico?

Inclusive, mencionó que en su momento habían tenido que recurrir en alguna ocasión al Pacífico Mexicano para encontrar jaiba de mayor tamaño; sin embargo, por el sabor, ha sido rechazada por los comensales.

“Fjate que era difícil pensar y ver que en México podrías encontrar mejor calidad de jaibas que en Tampico”, sostuvo en una entrevista que dio para MILENIO. 

El ex jaibero y en ese entonces, asesor del mercado de pescados y mariscos de La Puntilla, Antonio Gutiérrez Álvarez, reconoció que el crustáceo de mayor tamaño actualmente lo traen en mayor cantidad de Morón, en Aldama, Tamaulipas o Tamiahua en Veracruz.

La conclusión del especialista en preparar productos del mar es contundente: “El mote del Puerto Jaibo nos está quedando muy grande porque ya no encontramos jaibas de buena calidad en nuestra zona, tenemos que salir a buscarlas a otros lados o pedimos a nuestros proveedores que nos las traigan de otros lados porque la jaiba es muy pequeñita, es muy flaca, ya no la dejamos crecer, nos la estamos acabando y esto dificulta ofrecer muchas veces un producto de calidad”.

Mientras tanto el producto del mar que en Tampico se produce solamente sirve para extraer su pulpa y venderla por kilo, el cual oscila entre los 200 pesos.

FUE EL LUGAR IDEAL

La frase popular “tan cerca y tan lejos” encaja a la perfección en el contexto de la falta de jaiba en Tampico, ya que en pleno centro de la ciudad existe un cuerpo de agua salitre, una laguna ideal para el desarrollo de la jaiba de buen tamaño o jaibón, sin embargo, no es apta para el consumo humano debido a la contaminación del ecosistema.

Don Antonio Gutiérrez Álvarez, cuenta que de niño era “jaibero” y se daba un festín con el crustáceo que sacaba de la laguna de El Carpintero, eso hace ya más de 55 años.

Cuenta que en su época de novel pescador el tampiqueño no se tenía que esforzar mucho para conseguir un buen botín: una buena pesca de jaiba, de esa “grandotota y que con una tienes para quedar bien lleno”.

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Señaló que a pesar de que la lagua de El Carpintero estaba contaminada no había problema para extraer la jaiba, ni tampoco para comercializarla.“Si salías a pescar a las 8 de la mañana para las 11 ya traías tu pesca, había mucha jaiba, había un hervidero de jaiba. Por ejemplo, esa laguna de El Carpintero que estaba más contaminada en aquel tiempo, no te imaginas como era un criadero tremendo de jaibas”, contó.

Más a detalle, quien fue asesor de la Asociación Regional de Comerciantes e Industriales Mexicanos (ARCIM), detalló que en una hora sacaban hasta 10 o 20 cajas de jaibas. Se usaban cajas tomateras y en aquel tiempo valía 15 o 20 pesos la caja de jaiba.

Actualmente es un delito federal extraer pescado y marisco del punto turístico tampiqueño por excelencia, debido a los niveles de contaminación existente en dicho cuerpo de agua.

El cronista vitalicio de Tampico, Marco Antonio Flores, quien fallecido en 2019, señaló en su momento que según los registros la gente de Tampico consumió pescado y marisco durante muchos años de dicho cuerpo de agua.

“De hecho los tampiqueños durante muchos años comimos jaibas de la laguna de El Carpintero y del canal de la Cortadura, era un lugar típico, te llevabas tú un pequeño gancho y sacabas la gran cantidad de jaibas”, detalló.

ICGC