Es el drama de todos los veranos: temperaturas desatadas, camas que parecen parrillas y noches eternas con mucho sudor, bochorno e insomnio. Según la Asociación Española del Sueño, la habitación en la que dormimos debería estar entre 18 y 20 grados para tener un descanso normal.
Pero en México tener aire acondicionado va de los 5 mil pesos en promedio hasta los 11 mil, según el sitio de internet elbigdata.mx., por lo que gran sector de la población nacional no cuenta con aire lavado o 'minisplits' en sus casas, pero no te vengas abajo, con un poco de ingenio puedes sacar provecho sin tener que instalar una hamaca en el comedor, dormir con la puerta del congelador abierta o mudarte a casa de un amigo con aire y piscina.
Estos trucos que le proponemos son más simples... y eficaces.
1. La ducha, nunca fría
Sí es un gustazo, pero dura poco. El choque térmico con agua fría produce una sensación de frescor instantánea, pero reactiva el organismo y el gasto energético, provocando un aumento de la temperatura, según el Instituto Biológico de la Salud (Madrid).
Si quieres ir a la cama fresco y limpio, hazlo con agua templada.
2. Las sábanas, de algodón
Los tejidos hechos con materiales naturales son los más transpirables, así que si todas tus sábanas son de poliéster, invierte en un juego fino de algodón o lino (aunque este último se arruga un poco más). Hay quien se atreve a meter la ropa de cama en la nevera o en el congelador, para que esté fresca en el momento de ir a dormir. (No podemos confirmar si realmente funciona, pero si decides probarlo, hazlo dentro de una bolsa de plástico... ¿No?).
3. La pijama, dos tallas más grande
Deja las modas y elige la ropa de cama más cómoda. Prioriza los tejidos naturales, y los modelos anchos que no te aprieten y no queden pegados a la piel. Lo recomienda el Centro de Prevención y Control de Enfermedades de EE UU. ¿Y hacerlo sin ropa? Algunos estudios, como el de la Asociación de Algodoneros Estadounidenses (Cotton USA), sugieren que dormir desnudos nos hace más felices en nuestra relación de pareja...
4. De día todo cerrado
De poco sirven todos estos consejos si durante el día dejas las persianas subidas, permitiendo que se cuelen los generosos grados de la calle. Y ya de noche hay otras opciones más creativas, como poner sábanas mojadas en la ventana para bajar la temperatura de la habitación, o colocar un ventilador dirigido hacia el exterior, para impedir que entre el bochorno.
5. Los pies fuera
Los diez dedos de los pies son especialmente sensibles, porque tienen muchas terminaciones nerviosas. Antes de dormir pueden ponerse en remojo (¡nada de agua helada!). Y durante la noche, estarás más fresco si no los escondes debajo de las sábanas.
6. La ‘cucharita’ con su pareja, prohibida
Con estas temperaturas en La Laguna, las caricias con tu compañero de cama pueden esperar. Dormir toda la noche haciendo ‘spooning’ (abrazados como si no hubiera un mañana) eleva la temperatura corporal. La web dormir.org.es recomienda que lo hagas solo. Si no quieres ser tan drástico, pueden compartir cama… Pero ‘que corra el aire’. ¿Y qué hacer con la postura? La decisión es también muy personal, pero evita que brazos y piernas se toquen entre ellos para que el aire te de en todo el cuerpo.
7. Las pulsaciones, más bajas
Una simple técnica para ir a dormir más relajados es aplicar frío en zonas estratégicas para reducir el pulso, como muñecas, cuello, codos, tobillos o detrás de las rodillas. Las bolsas de agua caliente también se pueden utilizar en verano… Con agua fría o helada.
8. Delante del ventilador, hielo
La técnica es muy rudimentaria, pero quienes lo han probado aseguran que funciona, porque el aire que llega es más fresco. Aunque es probable que el hielo no aguante toda la noche sin derretirse. Y si tienes ventilador de techo, lee bien las instrucciones. Si lo utilizas en el sentido contrario a las agujas del reloj, evitará que el aire caliente que se acumula en la zona superior de la habitación baje a la cama.
9. Las pasiones de sed se tienen que controlar
El cuerpo utiliza agua para evacuar calor así que antes de dormir bébete al menos un vaso. Y no está de más dejar provisiones en la mesita de noche, si te despiertas a mitad de la noche con un ataque de sed, el viaje a la nevera no será una excusa para seguir hidratándote.
10. El celular lejos de la cama
Habrás leído por aquí y por allá que los expertos del sueño recomiendan evitar mirar pantallas antes de ir a dormir. Pero hay un motivo incluso más básico: el ordenador se calienta, y ponérselo encima o cerca puede ser una pesadilla en noches de canícula. Si no puedes acostarte sin ver tu serie favorita, aleja al menos la pantalla.