La figura de delito por comisión por omisión, delito por el que dictaron prisión preventiva al abuelo del menor autor del tiroteo en el Colegio Cervantes de Torreón significa que el crimen cometido no nada más ocurrió por omitir una acción, sino también contraviniendo a una conducta y norma establecida.
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“En estos casos hay que diferenciar la omisión simple y la comisión por omisión. La simple contraviene a una orden positiva de la ley, radicando el delito en que la omisión es la que causa el resultado”, declaró el catedrático universitario y abogado en Derecho Penal, Mario Mendoza.
Puso como ejemplo en el primero de los casos a un salvavidas que tiene la obligación de vigilar una alberca para cuidar a alguien que no se ahogue, pero al salir y regresar hay un muerto, eso implica que incumplió con su deber.
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En el caso de la comisión por omisión, expone, deben existir otras variantes, tales como un resultado prohibido enlazado a la inacción de una persona.
“La comisión por omisión se produce cuando ocurre un resultado prohibido enlazado con la inacción de una persona y se infringe un deber de evitar un resultado que en su producción va vinculado a la aparición de un resultado que pudo haber sido evitado”, detalló.
En ese sentido, puso como ejemplo a una persona que debe cuidar a otra y está obligado a hacerlo, pero no lo hace y fallece, lo cual implica que incumplió con algo establecido.
En cuanto al tema de las penas y castigos que pueden derivar de un delito cometido en esas condiciones, incluido el de homicidio, el abogado refirió que depende de cada caso, las características y el expediente de la carpeta de investigación.