La conclusión del Título 42, creado como medidas por la pandemia por covid-19, en Estados Unidos que ahora permite un paso libre a los migrantes, ocasionó que el flujo de viajeros presentara aumentos en la frontera de Coahuila con Eagle Pass.
A partir de que 11 de mayo finaliza el Título 42 el gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís, dio a conocer que espera que no haya flujo migratorio extraordinario u orientado sin embargo se está preparado y mantienen contacto permanente con el gobierno de Estados Unidos.
Coahuila tiene más de 500 kilómetros de frontera con los Estados Unidos, por ello Riquelme Solís comentó que no es la primera vez que se han preparado operativos con el gobierno de Texas.
“Hemos estado trabajando muy de la mano con la Guardia Nacional para tener la agilidad de atención ante la situaciòn migratoria de cada individuo, garantizar sus derechos y proteger a la poblaciòn que es lo más importante y no exceder a las capacidades que tiene la frontera en atención principalmente a la salud”, afirmó.
Expuso que llegaban a Coahuila mujeres embarazadas, personas de edad avanzada y familias enteras con niños, situaciones que complicaron a la entidad por que se les debía de dar atención mèdica a los migrantes pero también a los coahuilenses.
Este martes la ciudad fronteriza de Piedras Negras registró un ligero aumento en el flujo de migrantes que cruzan hacia Estados Unidos por el Río Bravo, e incluso un grupo de casi 20 personas causó el cierre parcial del puente Internacional número uno.
El cierre parcial fue a las 15:30 horas, momentos después de que un grupo de migrantes arribó a la colonia Zaragoza, ahí, mujeres hombres y niños cruzaron por una parte del Río Bravo en la que apenas el agua les llega a las rodillas.
José Anselmo es originario de El Salvador, hace mes y medio salió de su país junto con su esposa, es padre de familia de tres hijos y tiene 42 años de edad, llegó apenas este martes por la mañana a la orilla del río, se llevó la sorpresa de observar por el cruce las lanchas y los helicópteros, dice que en los últimos 30 metros para poner un pie en Estados Unidos esto no lo asusta.
“Por ratos lo vemos a hasta un poco difícil pero es un reto no muy a la larga, hemos sufrido mucho a lo largo del camino y ya estará aquí. Yo sé que se puede lograr aunque esté difícil, pero siempre confiando en Dios se puede salir adelante”.
Desde la mañana, grupos pequeños de entre dos a cuatro personas como la familia de José, se observaron en el río, cruzaron por esta zona, fueron recibidos del otro lado y colocados en un campamento militar en donde solicitaron su asilo político.
Tras la solicitud del gobernador de Texas, Greg Abbott, para militarizar la frontera e impedir ingresos abruptos este lunes al aeropuerto de Austin, localizado a unos 250 kilómetros de la frontera, aterrizaron tres aviones con militares, se espera que este miércoles o jueves la seguridad se haga presente en esta misma ciudad.
Por lo pronto José envía un mensaje a quienes viene en camino y espera que en un año ya pueda enviar dólares a su familias en El Salvador.
“Que no se rindan que le echan ganas que si se puede que hay muchos obstáculos, pero no se rindan, luchen por el sueño para sacara a la familia adelante, hay que dar el todo por el todo”, dijo José Anselmo.
EGO