Lo que pudo haber sido un atractivo turístico para Tlaxcala, poco a poco pierde su esplendor ya que el desierto de Cuapiaxtla se encuentra en peligro de extinción, por la conversión del suelo para uso agrícola y al saqueo de parte de los vendedores de material para la construcción.
Ubicado a 16 kilómetros de Huamantla y al oriente del municipio de Cuapiaxtla se encuentra una zona ecológica importante de tipo desértico-arenoso, la cual consta de una serie de islas con dunas y fauna silvestre, representativas de este tipo de suelos que se conoce como el desierto de Cuapiaxtla.
De acuerdo con los lugareños, en la década de los 60 del siglo pasado, esta área, que se formó durante miles de años por el acarreo de materiales aluviales llevados por los vientos que llegan del Golfo de México y provocan la formación de médanos, tenía una extensión de poco más de 10 hectáreas, algo así como del tamaño de diez estadios Cuauhtémoc.
En la actualidad, este desierto en miniatura, conformado por sedimentos aluviales, subsiste en el interior de una diminuta cuenca de médanos (montículos de arena formados por el viento) de casi tres campos de futbol.
De acuerdo con la población, esta zona terrestre árida, por encontrarse enclavada en medio de territorio fértil, provocó que se le aplicara sistemas de riego, que combinado con el pastoreo en los pastizales adyacentes han modificado poco a poco el paisaje.
Asimismo, pobladores consideran que las heces del ganado diseminaron las semillas y se abonó para su crecimiento, por lo que se perdieron las dunas. Lo que era un paisaje que se mostraba casi desnudo con escasez de vegetación, que contrastaba con los campos productivos de maíz, frijol, cebollas o papa de alrededor, ahora se pierde día a día.
En otro tiempo, el área estaba libre de pasto o hierba, pero ahora se pueden observar pastizales dispersos en el terreno que evitan la formación de las dunas. Por lo anterior, de forma paulatina este desierto comienza a desaparecer y con ello la oportunidad de promocionarlo como un atractivo turístico. Cerca del desierto, durante la temporada de lluvias se forma un río, el cual provoca el crecimiento de hierba e incluso llega a impedir el paso de corrientes de arenas que forman montículos de tierra.
Durante un recorrido realizado por MILENIO Puebla se constató que por encontrarse oculta dentro de los terrenos de labor y apartada de la zona rural, el saqueo de la arena es constante en esta área. Pese a ello, todavía es posible disfrutar de un pequeño desierto que carece de los riesgos que representa explorar una zona de temperaturas extremas.
Aunque su extensión es pequeña, el desierto de Cuapiaxtla ofrece atractivos naturales como son dunas, flora y fauna características de estas zonas. Además, es posible ver huellas de conejos, tuzas, reptiles, escarabajos, ratones, hormigas, arácnidos, serpientes pequeñas, lagartijas e incluso de coyotes. Así como madrigueras de tuza y zorra.
También se puede disfrutar del vuelo de aguilillas cola roja, zopilotes y chorlitos. La flora es escasa y dispersa, entre ella hay hierbas bajas, cactus y matorrales, así como sabinos.
En la lengua náhuatl Cuapiaxtla significa “guardamontes” o bien “lugar de montes”. Incluso, algunos le adjudican el significado de “individuos que cuidan los montes”. Por su otrora majestuosidad, este punto sirvió como locación para la telenovela Senda de Gloria y las películas: Cabalgando con la muerte y Viento Negro, en las que figuró como protagonista el actor Mario Almada. Incluso, varios pobladores trabajaron como extras en las filmaciones.
Senda de Gloria fue producida por Ernesto Alonso para la empresa Televisa en el año de 1987. De acuerdo con la sinopsis, en ella se recrean los sucesos históricos ocurridos en México entre 1917 y 1938. En este drama participaron artistas como: Rosita Arenas, Ignacio López Tarso, Blanca Sánchez, Manuel López Ochoa, Roberto Vander, Bruno Rey, Roxana Chávez y Raúl Araiza Herrera, entre otros destacados actores.
AFM