Hacienda Soltepec, testigo de la historia y del cine de oro mexicano

Edición Fin de Semana

El recinto posee gran belleza arquitectónica y tiene más de 400 años de historia; fue uno de los principales escenarios de la época de oro del cine mexicano.

La arquitectura de la hacienda estuvo a cargo de Eduardo Tamariz Almendaro, quien se inspiró en los castillos. (Andrés Lobato)
Rafael González
Puebla /

Frente al volcán La Malinche, en el municipio de Huamantla, Tlaxcala, se localiza la hacienda de San Francisco Soltepec, la cual a pesar de contar con poco más de 461 años de su fundación sigue floreciendo. Alejandro Zamora Ríos, miembro del Consejo General de la misma, informa que existen registros de que en el siglo XVI empezaron las obras de esta hacienda, la cual fue construida en el cerro del mismo nombre a tres kilómetros de la ciudad de Huamantla, un asentamiento de la cultura otomí.

A la llegada de los españoles, el lugar donde se encuentra la hacienda era la Plaza de Armas, por lo que se ordenó su construcción, aunque su fachada es más reciente. Estima que los trabajos iniciaron en 1860 bajo la conducción del arquitecto Eduardo Tamariz Almendaro, quien la hizo de estilo inglés, simulando un castillo medieval. En la fachada principal destacan sus torreones y sus aires mudéjares; sus muros son de piedra y adobe, su cubierta es plana y está hecha en viguería de madera con tejamanil.

Alejandro Zamora Ríos. (Andrés Lobato)

Apunta que el arquitecto cometió un error porque la terraza de la habitación del hacendado la ubicó originalmente del lado norte, por donde no da el sol.

“El vestigio de la puerta que conduce a la terraza existe, hoy solo se puede ver desde la azotea, porque desde el interior de la habitación no se nota. Se deduce que son de la misma época, se ve que quiso corregir el error y tapó la puerta”. La participación de este arquitecto se dio porque su primo, don Sebastián Mier y Almendaro, era el propietario de la hacienda; además, era compadre de Porfirio Díaz.

“Cuando don Porfirio Díaz vino a Huamantla a conmemorar la Batalla de Tecoac (...) le regaló una espiga dorada a la Virgen de la Caridad y don Sebastián Mier lo recibió aquí en Soltepec. Es un detalle importante porque don Sebastián fue enviado como cónsul y embajador a Inglaterra y suponemos que él fue el que le sugirió a su primo que los detalles de la fachada fueran con la influencia de los castillos ingleses”.

El predio en el siglo XIX tenía una extensión de mil 400 hectáreas, “casi del tamaño de un municipio, abarcaba el cerro de Xalapasco, parte de las faldas de la Malinche y llegaba hasta una zona que está cerca de Apizaco, que se llama Acocotla. Después de la Revolución Mexicana, cuando se dio el reparto agrario, se quedó con 250 hectáreas y en la actualidad debe de tener unas 90”.

A lo largo de la historia, el predio tuvo varios propietarios, hasta que después de la revolución la hacienda pasó a manos del estado, quien lo cedió para que entre 1938 y 1943 albergara la primera escuela rural mixta de México, fundada por la profesora Leonarda Gómez Blanco: “Después lo vendió a un sudamericano (...) y puso a un administrador que se llamaba José Márquez, originario del rumbo a quien todo el mundo le creía el dueño (...) el sudamericano jamás la conoció, solo la compró, pero nunca vino a verla”.

La hacienda de San Francisco Soltepec tiene un poco más de 461 años de su fundación. (Andrés Lobato)

En 1945 don Ángel Zamora Briones compra la hacienda para su hijo José Zamora Arroyo y su esposa Josefina Magdalena Alarcón Bretón, La More. Acota que el primer dueño fue Juan Maldonado y “el registro data de mil quinientos noventa y tantos. A finales del siglo XVI ya existía la propiedad de San Francisco Soltepec y este documento es el acta de defunción de don Juan Maldonado. Calculo que en 1560 o 1570 se fundó la propiedad”.

Refiere que hay un patrón muy curioso en este caso, “llegaba una persona que compraba la hacienda, la administraba muy bien, la hacía florecer, la heredaba y los hijos la vendían o la viuda, y ocurría lo mismo, la persona la levantaba, moría, la heredaba y los hijos la vendían, por eso pasó por muchos dueños”.

Para marcar el alcance de su producción, menciona que el primer tinacal que se construyó quedó corto e hicieron otro de mayor dimensión, además de que existió un brazo del tren que llegaba hasta Soltepec.

“La vía del tren pasa a unos cuatro kilómetros de aquí y se ve que pusieron un bracito para que un vagón o dos llegaran a la hacienda, porque el mercado del pulque estaba en la Ciudad de México”.
La hacienda tiene un estilo inglés, simulando un castillo medieval. (Andrés Lobato)

En cuanto al nombre del predio, dice que creen que san Francisco es porque el primer propietario era muy devoto de este santo, “o quizás cuando se fundó fue por ahí de octubre, el cuatro de octubre se celebra san Francisco; y Soltepec es una palabra un poquito hispanizada que proviene del otomí y significa 'Cerro de codornices', la hacienda está a la falda de un cerro y seguramente ahí habitaban las codornices. Es un dato importante porque existe un documento mesoamericano, que es el Códice de Huamantla, uno de los más grandes de la historia de Mesoamérica y en el códice está retratado el cerro de Soltepec y tiene incluso su glifo de una avecita, un dibujo de un ave que es una codorniz, es quizás la única hacienda que tiene un origen prehispánico en su nombre”.

En la actualidad, la hacienda es un hotel, en el cual le rinden homenaje a La More por lo que se preservó su jardín, el cual destaca porque año con año llegan a reproducirse de marzo a octubre las golondrinas; y la habitación donde pernoctaba, misma que ahora es la suite presidencial María Félix, porque en ella durmió la actriz durante la filmación de la película La Escondida, en 1956, junto con los actores Pedro Armendáriz y Andrés Soler.

Narra que el actual cronista de Huamantla, José Hernández Castillo, quien se desempeñó como herrero, le contó que colaboró en la producción, por lo que vivió de cerca algunos pasajes.

“La Doña quería cocinar un pollo y vino aquí don José a instalar la tubería de gas en el antiguo brasero de la cocina. Él lo hizo a petición de La Doña porque quería cenar su pollo asado”.
En la actualidad, la hacienda Soltepec es un hotel. (Andrés Lobato)

La filmación fue un parteaguas para la hacienda y la población de los alrededores. “Fue una producción muy grande y echaron mano de mucha gente”.

Cuenta que además de La Escondida, en ese escenario se grabaron dos películas más, en 1979 Mexicano hasta las cachas y en 1980 El hombre sin miedo, producción donde ocurrió un accidente. En una escena donde le disparaban al actor Valentín Trujillo éste no quiso que participara un doble, así que al rodar por la escalera con la espalda rompió el primer escalón de la escalera, cuya antigüedad entonces era de más de 150 años.

Entre los artistas que se han quedado en la citada suite están Valentín Trujillo, Victoria Rufo, Pedro Weber Chatanuga Jorge Russek, Gonzalo Vega, Ana Claudia Talancón, “la primera artista que durmió en la suite ya con el nombre de María Félix”, y Daniel Jiménez Cacho.

Un dato curioso es que ahí le organizaron una reunión al entonces candidato a la presidencia de la República, Carlos Salinas de Gortari.

De igual forma, en 2014 fue escenario para un comercial de una compañía refresquera, donde ocuparon todos los salones del restaurante, en el cual se puede saborear la comida casera tradicional y étnica, pues ahí se preparan platos tlaxcaltecas como gusanos de maguey, escamoles, hongos de La Malinche y tlatloyos, entre otros platillos.

La filmación de La Escondida fue un parteaguas para la hacienda. (Andrés Lobato)

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