El tobogán con caída al mar del parque acuático y de deportes extremos Vallarta Adventures, en Cabo Corrientes, Jalisco, donde hace dos años quedó discapacitada una turista de Estados Unidos (Milena Balyan), fue construido sin licencias, permisos ni autorización para operar en cada etapa regulatoria.
Vallarta Adventures inició la construcción del tobogán en 2014 sin manifestación de impacto ambiental; después la obtuvo y realizó medidas de mitigación.
En febrero de 2018, casi un año después del accidente de Milena, ocurrido en marzo de 2017, el municipio de Cabo Corrientes emitió la Licencia del Funcionamiento de Operación del tobogán sin que contara con facultades legales para ello.
“Ahí está mi firma, ni modo que diga que no. Sí es un permiso o una licencia y es del año pasado”, reconoce el presidente municipal Prisciliano Ramírez, quien también expidió una licencia de operación el 4 de mayo de 2018 sin un dictamen que considere los riesgos de la operación del tobogán.
Vallarta Adventures incumple la Norma Oficial Mexicana NOM-011TUR- 2001 que regula los requisitos de seguridad, información y operación que deben cumplir los prestadores de servicios de turismo de aventura.
MILENIO solicitó una entrevista con el secretario de Turismo de Jalisco pero la petición fue negada, argumentando incompetencia en el caso. Tampoco la fiscalía estatal quiso declarar sobre la denuncia penal por lesiones que interpuso Milena contra Vallarta Adventures, alegando que es un asunto entre particulares.
El alcalde de Cabo Corrientes acepta que tanto Protección Civil municipal como la dependencia estatal revisaron la peligrosidad del tobogán tras el accidente de Milena y confirmaron el riesgo.
“La inclinación del nivel no es la apropiada por eso agarras una altura muy alta y caes en seco al mar, y si no sabes caer, obviamente te vas a dañar, te vas a facturar, y te vas a lesionar una parte de tu cuerpo”, reconoce Ramírez.
El alcalde sostiene que el tobogán se encuentra clausurado, pero en el lugar no hay sellos que corroboren su dicho. En el call center de Vallarta Adventures informan que el juego está en mantenimiento desde hace dos semanas y que se modificó la edad para utilizarlo y ahora únicamente se permiten adolescentes y jóvenes entre 12 y 19 años. “Se hicieron varias pruebas como medidas de seguridad y no se recomienda ya para personas más grandes”.
Milena, al momento del accidente… tenía 35 años, y nadie le advirtió de los riesgos.
Otra de las irregularidades en el complejo turístico es que la resolución de Manifestación de Impacto Ambiental emitida por la Semarnat no incluye la construcción de un muelle donde actualmente Vallarta Adventures recibe a los turistas.
Milena ahora lucha contra su discapacidad y hará todo para que nadie, tras unas vacaciones, viva lo que a ella le ha tocado sufrir: “No voy a parar hasta que esté segura que nadie más saldrá lesionado”, concluye.
“Ahora tengo una esposa con una discapacidad permanente a consecuencia de ese tobogán, del cual ellos (Vallarta Adventures) no quieren tomar responsabilidad de arreglarlo o de quitarlo. Pienso que alguien puede morir, el niño de alguien puede perder la vida”, sentencia Ara Muradyar, esposo de Milena.
El parque acuático Vallarta Adventures se negó a comentar el caso.
Y ADEMÁS
SIN SERVICIO MÉDICO
En el complejo turístico de Bahía de Caletas no había servicio médico a pesar de que está lejos de Puerto Vallarta, Jalisco. El personal no tenía la capacitación adecuada para enfrentar este tipo de incidentes. No se brindaron primeros auxilios indicados a Milena Balyan ni hubo un efectivo protocolo de rescate. Ella sufrió múltiples lesiones. La más seria, una fractura de cadera.