Kevin tiene 21 años y es chofer de autobús al igual que su papá. Mientras rocía fabuloso en los asientos de plástico, indica que desde hace tres semanas debe extremar las medidas de higiene aunque a veces transporte solo a cinco pasajeros.
La pandemia que se vive por el covid-19, apunta, al que no confinó en casa para hacer el trabajo de oficina, lo ha dejado sin trabajo y la gente comienza a respetar el exhorto de quedarse en casa.
“Nosotros empezamos a limpiar más desde que empezó eso del coronavirus, eit, más o menos dos o tres semanas. Tenemos que limpiar en cada vuelta que hacemos, en cada ida y cada venida, nos lo pidieron los patrones pero también nosotros estamos asustados, tenemos miedo”.
Sin embargo Kevin asegura que los pasajeros escasean ahora. Antes 'liquidaba' pero ahora sólo puede acopiar en el día entre 300 o 400 pesos, mismos que le entrega religiosamente a su patrón, cuando antes del anuncio de la contingencia sacaban más de mil pesos. De cualquier forma los choferes tienen un sueldo seguro al momento.
Mientras Axel limpia los pasamanos, Kevin asevera que su jornada inicia a las cinco de la madrugada y concluye entre las ocho o nueve de la noche.
“Mi papá también es chofer, es mi compañero, pero yo creo que sí, se ha de poner nervioso. La verdad es que ya no, no se mueve tanta gente.. ni me lleno, ¿éda mijo? A veces movemos cinco o seis personas hasta el centro en el viaje y de regreso igual, en la mañana traíamos como seis”.
Axel tiene 19 años y aunque confiesa que sí tiene miedo de contraer el virus, debe trabajar para apoyar a sus padres, quienes incluso lo han regañado y pedido que ya no salga, pero como dice, no queda de otra.
CALE