Con sus variantes, la calidad del aire que respiran los laguneros continua sin atención, sin estar en el renglón prioritario de las agendas públicas.
Se ha vuelto una constante no sólo la vista de un cielo contaminado, sino también las enfermedades provocadas por los altos índices de partículas tóxica en el aire, por la contaminación; de ahí que la reciente encuesta realizada por el Observatorio de La Laguna, señala que por lo menos el 60 por ciento de los laguneros está inconforme con la calidad del aire que respiran, a la que califican de mala.
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“La Encuesta consideró a 406 personas en Torreón y 210 personas en Gómez Palacio, con rango de edad entre los 18 y 65 años de edad. A ellos se les hizo el cuestionamiento sobre su calificación de la calidad del aire que respiran”, destacó Luis Alfredo Medina López, coordinador de investigación del Observatorio de La Laguna.
El resultado sobre la calificación de la calidad del aire fue contundente, en Torreón, el 60% de los encuestados la calificó de mala, mientras que el 40 por ciento opinó que era buena.
En tanto que en la vecina ciudad de Gómez Palacio el 56% la calificó de mala y el 44 por ciento de buena.
Esto coincide con el registro de la medición de la calidad de aire ubicada en la Estación La Jabonera en Gómez Palacio, la cual estuvo en color rojo la madrugada del domingo 15 de enero, registrando 222 µg/m3 (microgramos por metro cúbico), de concentración de partículas suspendidas en el aire, considerando la calidad del aire “extremadamente mala”, ya que de acuerdo a la Norma Oficial Mexicana (NOM-025-SSA1-2021), el parámetro permitido es de 75 µg/m³, como valor máximo.
En el aire de La Laguna, permanecen partículas sólidas o líquidas de polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, material pétreo, cemento o polen, entre otros, dispersas en la atmósfera. A decir de Luis Alfredo Medina López, además influyen otros factores.
“Algo que nos llama la atención es que va en relación con el aumento exponencial que se han tenido en los últimos diez años, de vehículos que circulan diariamente por las vialidades de la Región Lagunera, cercana a los 600 mil vehículos, y con ello el aumento del tráfico en la ciudad”, indicó.
En lo que respecta a la movilidad vinculada con el medio ambiente, se cuestionó a las personas si han notado en el último año un aumento en el tiempo en sus traslados, en Torreón el 66% dijo que sí ha sido considerable, mientra que el 63 por ciento de los gomezpalatinos han notado este incremento.
Otro dato que destacó el analista, es el vinculado con las áreas verdes, los pulmones que le permiten a la ciudad tener aire limpio y necesario para tener una calidad de vida digna; cuando se les cuestionó, la calificación fue del 4.9 a las áreas verdes de Torreón, mientras que en Gómez Palacio con 5.1.
“Hay un aumento de tráfico preocupante que está afectando y alterando la calidad del aire y áreas verdes que no están lo suficientemente condicionadas para tener árboles para respirar un aire de mejor calidad”, aseguró Medina López.
“Paliativos” no han dado los resultados esperados.
La contaminación en La Laguna, de acuerdo a los expertos, es multifactorial, se habla de la actividad dentro del sector ganadero y agropecuario; el aumento en el tráfico vehicular, la disminución de los áreas verdes, hasta situaciones medioambientales.
Pero la actividad dentro del sector industrial, particularmente en el de la industria extractiva, es uno de lo que han causado mayor impacto en la salud, desde el 16 de diciembre de 2021, MILENIO lo señaló: Más de 26 mil laguneros afectados por la contaminación de criberas, concreteras y cementeras.
Aunque algunas empresas presumieron la implementación de medidas correctivas y las autoridades gubernamentales aplicaron sanciones, lo cierto es que estos “paliativos”, no han dado los resultados esperados.
No sólo la densa capa de contaminación que sigue cubriendo diariamente el cielo de los laguneros, sino que también llega a lo más hondo de los pulmones de miles, quienes siguen respirando esa contaminación.
Tal y como lo aseguró en dicha edición el propio doctor Luis Alberto Maeda Núñez, médico otorrinolaringólogo egresado de la UAdeC, estas enfermedades pueden ser consideradas ya como un problema de salud pública, que deben atenderse, pues las afectaciones en la salud y la vida cotidiana de vecinos radicados en las colonias en donde se realizan actividades para la producción de cemento, cal, yeso, concreto y otras, son una realidad.
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