El Canal de La Perla, uno de los lugares enigmáticos que formó parte de la historia de Torreón, Coahuila, que aún se conserva y se puede deambular y explorar hasta cierto punto, son muchas las historias alrededor del túnel, y las leyendas van desde que el sitio se utilizó para esconder tesoros, a incluso crímenes.
Los guías e historiadores, Nora Elia Barrón e Israel Pintó, diariamente recorren dicho recinto, resguardando la integridad de sus paredes, guiando y divulgando su historia a locales y extranjeros que se interesan por conocer el pasado de la ciudad, no obstante en esta ocasión revelaron, además de las leyendas, anécdotas inexplicables o paranormales, que han vivido en su trayectoria laborando en el antiguo túnel.
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La cubana
"En la alianza, había un burdel conocido como 'La Feria', la dueña de dicho lugar tiene a una de sus trabajadoras del oficio más antiguo del mundo, apodada 'La Cubana', de nombre y nacionalidad desconocidos, y en aquel entonces, a todo enfermo de viruela negra era enterrado vivo, para no contagiar a los demás. En el caso de ella, se supone que fue arrojada al Canal de La Perla, entre la avenida Allende y Matamoros, Juan Antonio de la Fuente y Morelos en 1906", relató el historiador Pintó.
Israel agregó que la leyenda cuenta que 'La Cubana' aparecía en distintos accesos del Canal, deteniendo a los antiguos cocheros de caballos de aquel entonces pidiendo la llevarán a su morada en el panteón municipal, no obstante posteriormente, continuando las supuesta apariciones, también le pediría a los taxistas dicha siniestra petición.
El tesoro de Pancho Villa
"Mayo de 1911, llegan los colorados, los opositores del presidente Madero, con el general Benjamin Argumedo, quien fue el responsable de la muerte de 303 chinos, se comenta que fueron arrojados sus cadáveres a este canal, y sobre esa misma leyenda se cuenta que también ellos arrojaron sus tesoros y su oro aquí, y que en 1914, en la toma de abril, el general Francisco Villa recorre el canal y logra recuperar esos tesoros", contó Israel Pintó.
Así mismo, el historiador dijo que hay otra leyenda que dice lo opuesto, que Pancho Villa deja aquí sus tesoros y que fueron los chinos quienes los vienen encontrando años despues.
Anécdotas de sucesos sin explicación de los guías
Existe una coincidencia entre los visitantes y es que el final del canal, justo donde se encuentra tapado, ahí se han suscitado una mayor cantidad de sucesos de índole inexplicables, desde ruidos extraños y sombras desconocidas, además de que es precisamente esa zona donde algunos visitantes han percibido, pese a la desolación, el silencio y la oscuridad del túnel, el ambiente pesado.
"Ha habido visitantes que cuando llegan ya casi al final del Canal, dicen ellos que sienten energías, presencias y pues en realidad, yo opino que si, sabemos que aquí fueron tirados los cuerpos de los chinos en la masacre, y todo eso, pues está lleno de energías de sufrimiento", comentó Nora Elia Barrón.
"En lo personal, en una ocasión para el mes de octubre, en una de las zonas prohibidas al público en el Canal, sentí yo una presencia detrás de mí, en realidad yo nunca había sentido eso, en el tiempo que llevaba aquí, pero en esa ocasión fue muy claro, realmente percibí a alguien detrás de mí, fue algo que me marcó porque realmente la sentía muy cerquita", contó la guía.
Así mismo, la historiadora reveló que varios de sus compañeros han visto a sombras cruzar de un lado a otro. Además, dijo que los visitantes seguido le platican historias de situaciones paranormales que ocurren durante sus visitas.
Una vidente le advirtió a una guía
"Incluso en una ocasión llegó una chava que dice que ella era vidente, y explicó que había muchas energías, y me recomendó sacudirme al salir del Canal, ya que los entes que andan en el túnel están buscando luz y ellos con la que encuentren se van a colgar. Te digo, si tenemos presencias en el Canal de la Perla", compartió Nora.
La mano calcinada
"Te platicó de un joven que hace unos meses nos visitó y me tocó a mí darle la plática del lugar, entonces durante el recorrido me contó que cuando recién inaugurado el museo, lo trajeron de su escuela, y que durante aquel recorrido fueron hasta donde termina el túnel, esa zona actualmente esa clausurada al público, me dijo que ellos en ese momento sobre la pared vieron una mano calcinada, y ahora que regreso me pidió volver a ir hasta donde topa el Canal, pero como no tenemos el permiso para darles el acceso, pues no se pudo, yo le creí al joven porque durante el recorrido se le iba la vista viendo hacia el fondo, muy intrigado y hasta con cierto terror", finalizó Nora.
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