Por cada 750 recién nacidos en México, nacerá uno con lo que comúnmente se conoce como labio leporino o paladar hendido, defectos de nacimiento que se producen cuando el labio o la boca del bebé no se forman adecuadamente durante el embarazo, informaron las autoridades del Hospital Universitario, donde se realizan las Jornadas de Cirugía.
Con tres salas para realizar un total de diez cirugías a niñas y niños que nacieron con labio y paladar hendido, el HU comenzó a cambiarle la vida a los menores, con el apoyo de médicos especialistas, enfermeras y la aportación económica de asociaciones civiles que hacen posible reducir casi al cien por ciento los costos de las intervenciones para padres de escasos recursos.
“Son once otorrinos, anestesiólogos y médicos que están aquí para realizar cirugía plástica, no todos son médicos del Hospital Universitario, vienen también del Infantil y del Hospital General, pero son también de Odontología, residentes de cirugía plástica que vienen a participar de una forma altruista para resolver una patología muy común y que tiene trascendencia importante para los niños y las familias”, indicó el doctor Salvador Chavarría.
De esta manera los médicos que participan le rinden un informe a la ‘Asociación de Cirugía de Labio Paladar Hendido’, que dirige el doctor Ricardo Conte desde hace muchos años y él se encarga de hacer la requisición puesto que se inicia un tratamiento casi desde el nacimiento para facilitar la cirugía y que no resulte tan cruenta.
Es así como además, a los menores se les diseña una estrategia remedial, en este caso a través de la ortesis, previa a más de una cirugía para reparar la condición de nacimiento. En este caso el doctor Ricardo Conte Galván coloca prótesis consistentes en paladares que permiten ganar tiempo en cuanto a la evolución del niño para poder programar una cirugía.
“A veces tienen labio, tienen paladar y tienen también problemas auditivos por la apertura de una estructura de la Trompa de Eustaquio, entonces hay una participación multidisciplinaria en esto porque son 750 y un nacido con labio paladar, es altísima la incidencia”.
Sin contar con padrinos, los familiares participan económicamente con una cantidad simbólica que cubrirá algunos gastos sobre las cirugías, toda vez que se informó que el costo real oscila entre los 800 mil y el millón de pesos, sin considerar el tratamiento. Es por ello que los médicos gestionan apoyo con los gobiernos municipal y estatal para el tratamiento que no termina con una cirugía.
AARP