Los sueños, esas historias o imágenes que vivimos y que nuestra mente crea cada que vamos a la cama a dormir, los hay de todos los tipos, algunos son aventuras apasionantes, recorres lugares extraordinarios, como la selva o el océano, otros, son platónicos, te cruzas románticamente con alguien con quien siempre anhelaste estar y no es posible, sueños que te hacen despertar y sentirte afortunado, pero que pasa con la otra cara de la moneda, los sueños oscuros, donde los lugares no son lindos, y las presencias ahí son indeseables, no hay posibilidad de escapar, o mejor dicho, de despertar, estas son las pesadillas.
En Torreón, Coahuila, y en entrevista para MILENIO, Claudia Santana de 24 años compartió su caso, cuenta que desde que tiene consciencia recuerda tener pesadillas hasta la actualidad, mismas que a lo largo le han afectado en su calidad de vida, al grado que durante su etapa escolar tuvo que cambiar su estancia a vespertino por los desvelos que le causaba su condición.
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Ha acudido a psicólogos pero, dijo, esto fue de poca ayuda pues solo le aconsejaron dejar de ver películas de terror, algo que ella no solo no práctica sino que tiene prohibido, por otra parte, busco ayuda espiritual pero solo recibió un gran susto pues le dijeron que llevaba en su interior un demonio atormentador.
Dos exponentes de La Laguna, tanto un reconocido psicólogo, así como un experto en demonología, darán su opinión respecto este caso particular.
¿Recuerdas cuando comenzó y como fue la primera pesadilla?
"Estaría en Kínder, o incluso antes de entrar. Y de la primera pesadilla, fue algo muy simple, supongo por la edad, soñé que un hombre azul nos quería matar a todos en la casa, a mi familia, su apariencia era humanoide, pero parecería que estuviera pintado, tenía toda la piel azul. Yo creo si ahorita llego a soñar eso, no me daría miedo, supongo por la edad que tenía tuve ese tipo de sueño porque no conocía tantas cosas", comentó Claudio Santana.
¿Cómo son estas pesadillas, son diferentes o siempre son las mismas?
"Son diferentes, siempre son distintas, van desde que veo morir a familiares, veo a alguien asesinándolos, o alguien acuchillándome repetidamente, o amenazándome con un arma en la cabeza, a veces incluso, también veo al diablo, o a la muerte, o a espíritus, y me empiezan hablar, o cosas de ese tipo, muy tenebrosas", respondió Claudia Santana.
Una de las pesadillas que más marcaron a Claudia
Entre las pesadillas que ha tenido a lo largo de su vida hay algunas que más destacan en sus recuerdos por lo impactante que fueron o porque marcaron de alguna forma un antes y un después en su manera de experimentar los sueños y la escala de terror que ha vivido en ellos, por ello tiene una facilidad para relatar de manera detallada cada visión.
"Una vez soñé con un amigo que estaba mal de salud en ese entonces, y en mi sueño iba a visitarlo al hospital. Al momento que abro la puerta lo veo en la cama postrado, pero estaba gris, con grietas en el rostro y en su cuerpo, como si estuviera en estado de putrefacción, pero estaba vivo. Al verlo quiero salir pero se cierra la puerta, él se cae de la camilla, y yo brinco arriba de la cama para evitar que me agarre, pero si me atrapa del brazo, y comienza a encajarme sus grandes uñas. Para ese momento me di cuenta que era un sueño, y quería despertar, entonces lo que empecé a hacer fue golpearme el rostro en el sueño y comenzar a gritar, eso es lo que hago para despertarme de los sueños", relató Claudia Santana.
El día que morí en un sueño: Claudia Santana
Hubo una ocasión en que Claudia tuvo una pesadilla fuera de lo común a lo que ella estaba acostumbrada, en dicho sueño el lugar de despertarse alterada y con miedo, dijo, se levantó en completa paz, como nunca lo había experimentado.
"Soñé que salía de mi casa, iba a ir a comprar unas cosas, entro a una tienda, y cuando se abren las puertas de la tienda, son unas escaleras, al subirlas, arriba en la cima, estaba la muerte, no me dice nada, pero el simple hecho de yo verla, entendí que me iba a morir, y que mi muerte sería en poco tiempo. Entonces, bajo las escaleras, regreso a mi casa y les platico a mis papás que me voy a morir, y no me tomaban en serio, y yo sentía que me iba a morir a las 12 de la noche, y estábamos en la sala esperando a que llegue la hora, cuando llegó, veo un destello de luz cegador, todo se quedó en blanco. Despierto del sueño, y no había nadie en casa, antes de dormirme estaba toda mi familia, y de pronto estaba sola, y todo estaba apagado, antes de ese sueño, yo tenía miedo, yo me sentía angustiada y lloraba por las pesadillas, pero al despertar de ese sueño, sentí una paz que hasta ahorita cuando despierto no he experimentado", relató Claudia Santana.
¿Cómo te has ido adaptando para poder dormir y sobrellevar las pesadillas?
"Yo creo que por el cansancio del trabajo, eso es lo que hace que caiga, y a pesar de que tengo pesadillas, cuando despierto muy asustada y con la presión alterada por el miedo, me tomo unos minutos para reflexionar que esto es normal", agregó Claudia Santana.
Claudia categorizó sus pesadillas
A lo largo de su vida, después de tantos años teniendo ese tipo de sueños siniestros, comenta que comprendió a aceptar y a normalizar cierto tipo de pesadillas, las cuales ya no le causan tanto terror, al grado de titularlas "Pesadillas regulares" y son aquellas donde normalmente se encuentra con entes que la envuelven en persecuciones o llegan a ejercer violencia contra ella, las cuales, dijo, "son las más típicas". Sin embargo, entre su repertorio, también están las que denomino "Pesadillas pesadas".
"Por ejemplo, hace unos días soñé que había un ente o un espíritu ahí en mi casa, y hacía un desastre, me agarra, me aventaba, y me desperté, estaba asustada, pero eso para mí ya es muy regular, es normal. En cambio, una 'pesadilla pesada', es cuando por ejemplo, hace una semana soñé que un hombre me acuchillaba, fue tan realista, era muy impactante para mi ver como metía y sacaba el cuchillo de mí estómago, sentía el ardor, el dolor, y me faltaba el aire, a eso considero yo una pesadilla más elevada", finalizó Claudia Santana.
Opinión de especialistas
El reconocido psicólogo lagunero, Dr. Fernando Sánchez Nájera, egresado de la Universidad Autónoma de Coahuila, eventualmente especializado en Psiquiatría en el Sector Salud, además detener una maestría en terapia de pareja en la Universidad Autónoma de La Laguna, actualmente atiende a sus pacientes en la ciudad de Torreón, aportó su opinión en este caso.
"Hay que ver el cuadro clínico que ella tenga, y con esto me refiero al tipo de vida que ella haya llevado. Los sueños están enlazados a diversas causas, una de ellas, las más populares, son miedos o experiencias del pasado sin resolver, es decir pueden ser traumas también. El lenguaje de los sueños es muy arquetípico, muy simbólico. Nosotros tenemos un juicio y una moral, pero la mente no lo tiene, ella arroja figuras, formas, eventos. Entonces en el sueño puede ser algo muy amoral para nosotros, pero en la mente es solo una manifestación nada más de algo que le haya llamado la atención y le cause fascinación, o puede que tema demasiado, no necesariamente ligado a una mala experiencia, simplemente que tenga temor a esa circunstancia", comentó el Fernando Sánchez Nájera.
David Reyes Vega, es un ex seminarista eclesiástico, con dos diplomados, en teología dogmática y en las sagradas escrituras. Tiene experiencia en la liberación de posesiones demoníacas. Cuenta con dos licenciaturas en Filosofía y en Educación, realizando su especialidad en 'historia', disciplina en donde también tiene una maestría, actualmente imparte dicha materia en una institución educativa en La Laguna. También agregó su opinión al caso de Claudia.
"Cuando son casos de posesión demoníaca, es muy raro que los atormenten con sueños de esta manera, más aún durante tanto tiempo. Probablemente, lo que ella pueda tener es una influencia demoníaca, en donde el demonio está por afuera y constantemente le esté causando estos malestares que la acosan. Mediante los sueños es muy común que el maligno invite a hacer actos terribles y grotescos, a veces son apariciones monstruosas las que influencian. Lo que se puede hacer al respecto es un ciclo de oraciones en donde se le pida a Dios que ese mal espiritual se le retirará. También hay casos donde el demonio por medio de la posesión está constantemente afectando al poseso, pero estos son casos extremos, en donde hay maleficios de por medio, en donde hayan pedido que se le hiciera este daño, y si ella es alguien que no esté acercada a lo espiritual, puede tener muchísima probabilidad de que el demonio tenga mayor poder de actuación en su consciencia", finalizó David Reyes Vega.
ARG