Micaela Victorino Sánchez acudió como muchos creyentes a dar gracias a San Judas Tadeo porque, aseguran, los apoyó en tiempos difíciles y en su caso pudo curarse del covid-19 pese a su edad.
La mujer de 85 años de edad estuvo un rato durante la mañana de este miércoles en el templo, pues es una tradición que tiene desde hace muchos años y este año, pese a la pandemia, no fue la excepción.
“Cada 28 de octubre vengo a verlo porque soy muy devota de él y aunque no sea su día le pido muchas cosas porque es milagroso. Le pedimos que nos quite estos cubrebocas. Primeramente Diosito y luego él me ayudó con esta enfermedad que ni creo que estoy viva. Tengo 85 años y me libre, aunque casi estuve muerta hace casi dos meses”.
Afirma no poder creer que salió adelante y venció al covid-19, hace dos meses que la enfermedad la alcanzó aunque limitó sus salidas como dictan las recomendaciones sanitarias.
“Todos mis hijos se enfermaron por estar al lado mío, mucha gente pidió por mí para que me curara y soy empacadora. Les agradezco a todos porque aquí estoy”.
Cuenta que el “milagro” alcanzó también a sus 9 hijos que también se enfermaron y lograron vencer la enfermedad, pese a que algunos tienen problemas renales o comorbilidades.
Expresa que no pensó dos veces en acudir al templo, aunque eso no significa que no tomara sus medidas propias para ponerse en riesgo por la pandemia que aún afecta a la comunidad lagunera.
“No me dio miedo venir, estoy a la voluntad de Dios y estaba encerrada y ya me pegó eso. Tenía que ver a San Juditas, dijeron que no iba estar abierto pero sí estaba y ya vine”.
Considera que en esta ocasión fue en parte triste acudir al templo en la colonia Las Torres, pues el fervor y reconocimiento al Patrono de las Causas Difíciles no fue igual, aunque sí notó que el clamor general de quienes acudieron fue para pedirle apoyo para que la sociedad salga adelante.
“El año pasado había mucha gente y ahorita no. Se ve triste, pero yo vine a pedirle que nos quite esta enfermedad”.
EGO