El director general de Vialidad y Movilidad Luis Morales Cortés, informó que los operativos carrusel, alcoholímetro y radar continuarán a lo largo de Torreón, pero con una serie de modificaciones que buscan beneficiar más a la ciudadanía, además que la prioridad no será cazar a los conductores.
En entrevista, el actual director señaló que bajo su cargo, la Dirección de Tránsito y Vialidad tendrá un cambio paulatino tanto de la percepción que tiene el ciudadano hacia el agente, como para el agente vial y su manera de operar.
Además en relación a los programas que se estaban implementando, como lo es el "radar", que sirve para detectar vehículos a exceso de velocidad, el "carrusel" que dirige la velocidad sobre el Periférico Raúl López Sánchez a 60 kilómetros por hora, y el "alcoholímetro" para detectar a los conductores en estado de ebriedad, señaló que estos permanecerán, pero con algunas modificaciones.
“Estos operativos si bien podrían generar un resultado positivo, estamos haciendo la evaluación, ya que por ejemplo lo que hace el operativo radar, decidimos junto con la dirección operativa retirar los que comúnmente podíamos ver que traían un par de oficiales en distintos puntos”.
Comentó que esto será no con el objetivo de desaparecer el programa, sino de montar el operativo de una forma diferente y con algunos ajustes, como podrían ser radares fijos, en cuanto al carrusel, buscar la manera de agilizar este para evitar las largas filas de vehículos que en ciertos horarios pueden ser contraproducentes.
“Nuestro objetivo es aplicar estrategias que permitan incidir en que el ciudadano respete los reglamentos, en este caso los límites de velocidad, no es nuestra prioridad acabarnos el bloque de infracción haciendo entender sobre esas vía al ciudadano que lo respete, creo que en este cambio que se está generando podremos tener esa oportunidad tanto de los agentes viales hacer su parte como el ciudadano haga la propia”, destacó Morales.
¿Cómo operará el alcoholímetro?
Finalmente para el alcoholímetro, destacó que las unidades de vialidad ya no estarán con libre albedrío tratando de detectar a conductores que probablemente estén en estado de ebriedad, ya que el operativo deberá tener una base y forma de operación básica, una fundamentación y un procedimiento con actores observadores, como ciudadanos y derechos humanos que acompañarán a los elementos a realizar las pruebas.
“Tampoco es prioridad estar cazando a los conductores, aquí aprovechamos el espacio para decir que si realmente aquí tenemos bastante tiempo trabajando tanto el estado como el ayuntamiento para procurar que los ciudadanos si deciden ingerir bebidas alcohólicas, no manejen y tomen otras opciones de transporte”, puntualizó.
aarp